El Ankaragücü, club de la primera división del fútbol turco, fue castigado con cinco partidos a puerta cerrada en su estadio y una multa del equivalente a 60.000 euros (65.900 dólares) después de que su presidente agrediera el lunes a un árbitro al término de un partido de la Süper Lig.
Faruk Koca, que era el presidente del club y está en arresto provisional, anunció el martes su dimisión. La Federación Turca de Fútbol (TFF) decretó contra él una suspensión de por vida de actividades relacionadas con su deporte. Todos los partidos de la liga turca están suspendidos hasta el 19 de diciembre.
Locura: presidente de un equipo noqueó a un réferi: el fútbol, suspendido en Turquía
Faruk Koca había bajado al césped el lunes al final del partido ante el Rizespor y asestó un puñetazo al árbitro. El Rizespor acababa de igualar (1-1), poco antes del pitido final, ante el Anakaragücü, al que se le había anulado un tanto durante el partido.
El árbitro cayó al terreno de juego pero recibió otras patadas en el rostro de parte de otros dos hombres, que también se encuentran en detención provisional. Halil Umut Meler salió el miércoles del hospital de Ankara, al que había sido conducido por un traumatismo craneal.
Según la prensa turca, Faruk Koca también dimitió como miembro del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, islamo-conservador) del presidente Recep Tayyip Erdogan.
Koca fue elegido dos veces diputado por el AKP, en 2002 y 2007, y su nombre circulaba como potencial candidato del partido presidencial a la alcaldía de Ankara, de cara a las elecciones municipales previstas en marzo de 2024.