Los jugadores del Always Ready boliviano denunciaron el robo de sus pertenencias en el camerino del Estadio Municipal de El Alto, en el que habitualmente son locales, y algunas agresiones en su contra después del partido que perdieron el domingo por la mínima ante el Independiente de Sucre.
La derrota dejó al 'millonario' eliminado del torneo boliviano, en un duelo que supuso el estreno en el banquillo del entrenador colombiano Flabio Torres, que reemplazó al boliviano Óscar Villegas.
Un video de amplia difusión en los medios y en las redes sociales mostró el camerino del equipo de El Alto con objetos en el piso, mientras algunos jugadores pedían a sus compañeros ayuda para encontrar una billetera.
"Pasaron cosas que no debieran pasar, se entran al camarín, se roban las cosas de los compañeros (y) hay agresiones. Son cosas que no debieran pasar", declaró a los medios locales después del partido el defensor Diego Medina.
Medina dijo que a raíz de lo sucedido tomó la "decisión personal" de dejar el equipo y que espera que el club "respete" su decisión porque recibió "agresiones" de quien menos esperaba.
Después del partido, los futbolistas del Always Ready contrataron algunos vehículos por su cuenta para regresar a sus casas ya que el bus del equipo se había ido del recinto.
Trascendió que esta jornada el equipo no entrenará como un reclamo por lo sucedido.
El director municipal de Deportes de El Alto, Elvin Linares, explicó este lunes que lo acontecido en la víspera es un "tema totalmente aislado" y descartó que los sistemas de seguridad del estadio de Villa Ingenio hayan fallado.
"Lo que ha acontecido es un tema muy interno del club (...) en los clubes es normal este tipo de desavenencias, esto ocurrió dentro del camarín", enfatizó.
Estos discrepancias pasan en el equipo boliviano, cuando el jueves tiene previsto su debut en la Copa Sudamericana como local, en los 4.090 metros de altitud del estadio de 'Villa Ingenio', ante el Independiente Medellín a las 22:00 hora local (02:00 GMT del viernes).
La 'banda roja' pasó a competir en la Sudamericana después de su eliminación en la tercera fase de la Copa Libertadores, en una definición por penaltis ante el Nacional uruguayo. Antes ya había dejado en el camino al Sporting Cristal peruano.