Mi querido Ricardo "Gambeta" Sosa se nos ha adelantado, se marcha un amigo, un hermano del alma. Que Nuestro Señor te reciba mi querido "Oxi". Somos menos.
Y es que nuestra amistad era de siempre, allá por 1965 había oído hablar mucho de él, además de jugar en un equipo del Oratorio de la Domingo Savio, militaba en el equipo del INFRAMEN y era uno de los más destacados.
Yo jugaba con el equipo de la Escuela Normal de Maestros "Alberto Maferrer" y nos enfrentamos en los juegos colegiales. Don Hernán Carrasco nos vio y nos llamó a una Selección Juvenil que iba a participar en el II Segundo NORCECA en Trinidad y Tobago, se defendería el título ganado en Guatemala en 1964.
Pero un tsunami dejó muchos estragos en la isla caribeña y el torneo fue suspendido.
En la concentraciōn de la Selección, había desolación, pero los dirigentes decidieron mantener al equipo para los Juegos Centroamericanos en San Juan, Puerto Rico en junio de 1966 de manera que seguimos concentrados y formamos una hermandad.
Ricardo era uno de los más animosos pero también estaban Ernesto "Pollo" Méndez, Julio Peraza, Guillermo "Chincuyita" Deras, Rolando Bolaños Durán, Ricardo "Chapín" Martínez, Fernando "Pelón" Paredes, Juanito Pinzón, Orlando Escobar, el "Ruso" Quintanilla, José Luis "China" Bracamonte, Hugo Gil, Ricardo "Nene" Díaz Bach, Tancho Ángel, Tony Regalado, Jorge Cabezas entre otros.
Cuando regresamos de San Juan ya eramos como hermanos y se integró al Adler donde en la mediacancha fue el gran soporte de dos genios del balón: Julio César "Calandria" Melgar y Salvador Flamenco Cabezas.
Luego integramos una Selección de Promesas y una Selección Olímpica, además fuimos compañeros y campeones con el Juventud Olímpica.
La hermandad continuó, Ricardo se graduō de entrenador y dirigió varios equipos; se había recibido de contador en la ENCO e iniciado sus estudios de administrador de empresas.
Nos veíamos de tanto en tanto durante muchos años y el abrazo fraternal era obligatorio.
Las alarmas con su salud se encendieron cuando no pudo llegar al homenaje que le hicimos a don Hernān Carrasco el pasado 23 de marzo, se sentīa mal y lo lamentō. No obstante, el 29 sí se hizo presente y compartimos largo rato, lo vi recuperado y estuve pendiente de él pero tuve que salir del paīs.
Hace unos dīas hablamos y me comentó que había mejorado.
Y de pronto la infausta llamada de su hijo Ricardo Sosa con la noticia que nos enluta, que sobrecoge nuestros corazones y nos recuerda que estamos de paso, pues más temprano que tarde lo seguiremos. ¡Adiós mi hermanito, hasta pronto!