Para ganar la pasada Champions, es decir, el título de la edición 2021-2022, Real Madrid tiró de la épica como nunca. Sorteando rivales de su mismo calibre con remontadas memorables... el conjunto merengue se hizo rey de Europa nuevamente con toda justicia y gran autoridad. Si bien tuvo una fase de grupos un tanto turbulenta y atípica, su participación en las rondas eliminatorias jamás estuvo en peligro.
El Madrid comenzó su camino con partidos para el olvido y otros memorables, repartidos casi de forma igual entre los de ida y los de vuelta, respectivamente. Primero fue el PSG, luego el Chelsea y contra todo pronóstico evitó que el Manchester City llegara -como aspiraban los “Citizens”- a su segunda final consecutiva. Los merengues ganaron varias veces desde el tiempo extra y no necesitaron más para apear a sus rivales.
Muchos soñaban con una final en París semejante a los espectáculos brindados contra franceses e ingleses, pero lo cierto es que estuvo bastante lejos de resolverse con las pulsaciones a mil y la épica de nuevo sonando como tema de fondo.
Real Madrid y Liverpool se enfrentaron en el Stade de France con un marco exquisito de fans y algunos incidentes en las afueras del recinto. El juego se demoró, pero finalmente la pelota rodó con dos equipos muy compactos con estilos distintos y el sueño de levantar de nuevo la “Orejona”.
Ante los asedios muy peligrosos del Liverpool, fue primero Thibaut Courtois quien se mostró imperial en las atajadas y lances. Con Díaz estancado, Mané y Salah fueron los agentes más peligrosos para los “Red”, pero el belga estuvo pletórico quitando todo.
Vinicius Jr. casi a la hora de juego puso el único tanto del partido a pase de Federico Valverde con el que Real Madrid se llevó la victoria definitiva, el conjunto de Chamartín demostró efectividad y mucho carácter. Ni Jota, ni Firmino y menos Keita tuvieron la oportunidad de darle vuelta al curso del encuentro con desacertados y limitados esfuerzos.
El trofeo número 14 llegó y el júbilo fue total en el equipo merengue, en lo que fue también una gran despedida para jugadores como Marcelo, Casemiro y Bale, quienes partieron para siempre del rey de copas.