El parón internacional siempre deja sorpresas y este deparó el primer partido que el Real Madrid cerró sin llevarse los tres puntos, contra Osasuna (1-1), un resultado que, además, deja a los del italiano Carlo Ancelotti, a dos semanas del clásico y por la diferencia de goles, sin el liderato de LaLiga.
Avisó el Real Madrid en el minuto 37, con un centro de ‘Vini’, tras dejar correr el balón e imponer su velocidad, hacia Benzema, quien, con un remate acrobático al segundo palo se quedó a centímetros de hacer un 1-0 que, sin embargo, no tardó en llegar.
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Los de Ancelotti tiraron de pizarra en el minuto 42. La consigna era poner en juego en corto los saques de esquina para generar dudas en la poderosa defensa aérea de Osasuna, y lo lograron a la sexta ocasión. Un centro-chut de Vinicius cerrado desde la banda izquierda sorprendió a Sergio Herrera, a media salida esperando un remate que desviara la trayectoria, y se coló en su portería.
Pidió Osasuna fuera de juego posicional de Rüdiger. El alemán, en posición antirreglamentaria cuando Vinicius golpea el esférico, hizo ademán de rematar, pero encogió la pierna a medio camino y esto fue lo que hizo que tanto el colegiado como el árbitro de VAR consideraran que no influyó en la jugada y, por consiguiente, dieron validez al gol.
Esta inercia de líder la perdió el Real Madrid tras el descanso. Desconexión que metió a Osasuna de lleno en el encuentro en el minuto 51. Kike García, elección de Jagoba Arrasate en lugar del croata Budimir, peinó un balón dentro del área que pilló al ucraniano Andriy Lunin adelantado, al no esperarse el recurso y acabó en gol.
Tan solo dos minutos más tarde, Kike García tuvo en sus botas el 1-2 tras una buena conducción de Moi Gómez por la banda derecha, pero remató mal. Y ahí acabó la reacción rojilla. Osasuna volvió a su plan defensivo y el Real Madrid dominó en campo rival.
La sensación era que el gol de la victoria local iba a llegar tarde o temprano, como había pasado en el resto de los partidos de la temporada, pero esta vez la suerte no estuvo del lado blanco ni, sobre todo, de Benzema.
El galo volvió a caer ante su bestia negra en los penaltis: Sergio Herrera. La pasada temporada le detuvo dos en siete minutos y ayer también salió victorioso. Eso sí, en esta ocasión Karim estrelló el balón en el travesaño. Una pena máxima provocada por un David García que se fue expulsado, pero aún así Osasuna pudo resistir.
Tan solo dos minutos después de fallar desde los once metros, en el 80, Benzema sí supero a Sergio Herrera, pero su tanto fue anulado por fuera de juego.
Lo intentó con todo el Real Madrid y un Ancelotti que acabó el partido con tres defensas y dos centrocampistas ante un equipo con diez, pero sin premio. Frenazo.