En un escenario que se auguraba poco probable en las últimas dos décadas, el vigente campeón Alianza se cita hoy con su archirrival Águila en el Cuscatlán para reclamar el segundo escalón en el podio del fútbol salvadoreño, un sitio que los emplumados han ostentado por años y por el que buscarán contraatacar la era de dominio de los paquidermos.
En los albores de este dominio albo, aún era aventurado pronosticar que los paquidermos, que recién lograban su duodécima corona en el Apertura 2017, alcanzarían en cinco años a los migueleños, entonces con 15 títulos. El ritmo al que avanzó Alianza, impulsado por su era dorada, lo tiene ahora palmo a palmo con Águila en 16 coronas, un empate que, inevitablemente, se romperá hoy.
De lograr Alianza hoy la corona 17, finalmente habría subvertido el orden que por décadas rigieron en solitario FAS y Águila.
Esta pretensión aliancista de figurar entre los dos más grandes del país riñe con la ambición de un Águila relegado en los últimos años por su irregularidad deportiva y su poco acierto administrativo. Sin embargo, este semestre logró dar un vuelco a esa situación y ha conseguido armarse de todo lo necesario para interrumpir el dominio albo e impedirle seguir ganando terreno.
“La final no depende de estadísticas, sino de cómo llegan los jugadores, quién define mejor de cara al gol, quién defiende mejor... Todas lo que tiene que hacer un equipo para salir campeón"
Este es el trasfondo histórico de una final que se antojaba lógica y justa basados en los resultados de esta campaña. El líder de la fase regular (42 puntos en 22 jornadas) ante el equipo más ofensivo y con mejor defensa de la campaña (43 goles a favor y 19 en contra), en un duelo en el que, por nombres y por estado de forma, comparecen los dos mejores planteles del país.
Alianza alcanzó a recuperar a todos sus jugadores para esta cita, incluyendo a un puñado que se perdió uno o ambos juegos de la semifinal contra Platense. El técnico Milton Meléndez podrá, así, plantar su mejor once posible, quedando a la espera de si apostará por su clásico 4-2-3-1, con Orellana y Monterroza en el centro del campo, o si añadirá a Rodríguez para cuajar un 4-3-3, prescindiendo de la figura de ‘9’ en una fórmula muy recurrente en el tramo final del torneo.
Águila también dispone de todo su plantel, aunque persiste la duda sobre el estado físico del portero Benji Villalobos, golpeado en un hombro en la semifinal de vuelta ante Metapán. Si el cuerpo técnico consigue recuperarlo, el once del peruano Agustín Castillo no mutará del 4-1-4-1 que su afición recita de memoria desde el arranque del torneo. Única variante posible, el extremo derecho, donde Santos Ortiz suele alternar con Luiz Caetano.
“Once finales no las hace cualquier equipo de la noche a la mañana, sino un proyecto que armamos para llegar a esto… No solo es mío, los jugadores tienen mucho que ver en esto"
Tanto Alianza como Águila se han alternado con la victoria en las cuatro finales de Primera División que les enfrentaron anteriormente. Los migueleños se agenciaron la primera, con números de 1-1 y 3-1 en definición a doble juego de la temporada 1975-76. La segunda y la tercera terminaron empatadas a cero y sentenciadas con un 3-1 en penaltis: los albos, en la 1986-87, y los negronaranjas, en el Clausura 2019. El último antecedente data del Apertura 2020, resuelta por 3-0 en favor de los capitalinos.
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