Aplausos, camisas con el '10' y pasillo de honor a sus familiares: el exastro Pelé, fallecido hace casi un mes en Sao Paulo a los 82 años, fue homenajeado este sábado en Brasilia antes del inicio de la Supercopa de Brasil que enfrenta a Palmeiras y Flamengo.
Dos de las hijas de 'O Rei', Flavia y Kely Nascimento, caminaron en medio de un pasillo de honor formado por los jugadores en la grama del estadio Mané Garrincha de la capital brasileña.
Las dos mujeres, visiblemente emocionadas, cargaron dos de las tres Copas del Mundo ganadas por el exdelantero, único futbolista en conquistar tres títulos mundiales (1958, 1962, 1970).
La tercera estuvo en manos del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Ednaldo Rodrigues. La entidad, encargada de la organización del partido, no precisó de momento si se trataban de réplicas o de las tazas originales.
Los jugadores del Flamengo y Palmeiras, que portaron camisetas amarillas y negras con el '10' estampado en el frente, el número inmortalizado por Pelé, los aplaudieron a medida de que se acercaron al centro del campo, donde los trofeos fueron exhibidos antes del pitazo inicial.
En las gradas del atestado recinto deportivo se desplegó de forma simultánea una gigantesca bandera blanca con una fotografía de un juvenil Edson Arantes do Nascimento, la palabra rey y el símbolo de infinito.
"Pelé es el jugador más grande de todos los tiempos y merece ser recordado eternamente por la CBF. Vamos a trabajar siempre para preservar su historia y perpetuar su legado", dijo Rodrigues, citado en una nota de la entidad.
Los miles de asistentes aplaudieron el tributo al "rey del fútbol", fallecido por un cáncer el 29 de diciembre pasado en un hospital de Sao Paulo.
Desde entonces se han realizado varios homenajes, dentro y fuera de Brasil, incluido un multitudinario velorio en la ciudad brasileña de Santos, para honrar al que muchos consideran el mejor futbolista de la historia.