Un tiroteo ocurrido este jueves en una obra en el centro de la ciudad neozelandesa de Auckland, que se saldó con tres muertos -entre ellos el atacante- y seis heridos, ensombreció el inicio del Mundial de fútbol femenino que se celebra en Nueva Zelanda y Australia.
Ante los temores en torno a la seguridad de este torneo de la FIFA, tanto el primer ministro neozelandés, Chris Hipkins, como la Policía del país oceánico aseguraron que se trataba de un incidente aislado que no tiene motivaciones terroristas, y que además, no supone un problema a la seguridad nacional.
"La gente debe sentirse segura en Auckland y de acudir al evento esta noche de la FIFA. Habrá una mayor presencia policial para brindar esa capa adicional de tranquilidad pública", declaró Hipkins en rueda de prensa a pocas horas del partido inaugural en esta ciudad entre las anfitrionas y Noruega.
Hipkins aseguró antes a los medios que pudo hablar "brevemente" con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, para remarcar la seguridad de "todos los preparativos" para que la cita mundialista "siga adelante".
Australia y Nueva Zelanda acogen desde este jueves y hasta el 20 de agosto la gran cita mundialista, en la que por primera vez en la historia competirán un total de 32 selecciones nacionales femeninas.
Antes del partido entre las selecciones de Nueva Zelanda y Noruega en el estadio Albert Park de Auckland, que dio inicio al Mundial, las jugadoras y el público guardaron un minuto de silencio para honrar a las víctimas.