La selección inglesa, cabeza de serie de la Copa del Mundo, se ha topado con un grupo coloreado por las tensiones entre Irán y Estados Unidos, las suyas propias con los iraníes y el horizonte de enfrentarse a la Gales de Gareth Bale, a una Ucrania en guerra o a los vecinos escoceses, con los que también se las traen por historia.
No ha sido un sorteo demasiado complicado para los de Gareth Southgate, que evitaron a potencias como Alemania y Croacia, pero se han dado de bruces con un cuarteto que, sin estar aún definido del todo, dará mucho que hablar fuera del campo antes de que ni siquiera los futbolistas salten al verde.
El contexto es diferente a cuando Irán y Estados Unidos se enfrentaron en el Mundial de Francia 1998, pero será el encuentro más comentado de este Grupo B, de largo. La crisis de los rehenes de 1979, con el secuestro de 66 diplomáticos estadounidenses por parte de unos estudiantes iraníes durante 444 días, aún enturbiaba la relación entre ambos países casi veinte años después y marcó toda la previa de aquel duelo que se terminó llevando Irán por 1-2.
Un partido que provocó prohibiciones al seleccionador estadounidense para visitar Irán y estudiar a sus adversarios, que llevó al Gobierno iraní a pedir que su selección no actuase de visitante para no ir por detrás de Estados Unidos y que, al final, se saldó sin mayores problemas y con los futbolistas de ambos equipos hermanados.
Inglaterra también vive tensiones constantes con Irán, y en el recuerdo está el ataque a la embajada británica en 2011, aunque se han encausado sus relaciones. Sin embargo, en el grupo, el cuadro de la rosa se las trae con todos, por historia. Lo más probable es que Escocia sea el otro del grupo, ya que la situación de Ucrania con la guerra es complicadísima, Gales depende mucho de un hombre (Gareth Bale) y son los escoceses los que están más compenetrados y con mejor equipo.
En lo deportivo, además del posible morbo de ver a Bale contra Inglaterra, uno de los nombres propios será el de Christian Pulisic, jugador del Chelsea y gran reclamo de los estadounidenses, que están invictos en Mundiales contra los ingleses. Les vencieron en la fase de grupos de 1950 y empataron, gracias a un tanto de Clint Dempsey, en la fase de grupos del 2010. Inglaterra, que ha doblegado en ocho ocasiones a los americanos, solo lo ha logrado en amistosos.
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