Capitán de la Croacia subcampeona del mundo y superestrella del Real Madrid, Luka Modric liderará una vez más a su selección, el lunes en octavos del Mundial-2022 contra Japón, un partido que puede ser el epílogo de un largo camino para este refugiado de guerra convertido en héroe nacional.
A los 37 años, Modric pondrá fin a su carrera internacional después del Mundial de Catar. "Soy consciente de que tengo una edad. Será mi último torneo con Croacia", explicó.
De esta manera, solo quedan un máximo de cuatro partidos a nivel internacional para disfrutar de la clase del ídolo croata, más de 15 años después de su primera aparición en una Copa del Mundo, en 2006, como suplente en un torneo en el que Croacia cayó en la fase de grupos.
Desde entonces, los 'Vatreni' (los Apasionados), semifinalistas en 1998, se han convertido en una potencia respetada en el fútbol mundial. Y este pequeño país de 6 millones de habitantes se lo debe en gran parte a este centrocampista excepcional.
Un destino que no parecía el marcado para el niño que, durante la guerra de independencia de Croacia, tuvo que huir de la casa familiar en el pueblo de Modrici. Ubicada en las cuestas del macizo de Velebit, que domina el Adriático, era la casa de campo de su abuelo, otro Luka Modric, muerto por las fuerzas serbias en los primeros meses de este conflicto (1991-1995) donde fallecieron 20.000 personas.
Entonces, con 6 años, Luka Modric huyó con su familia a 40 kilómetros, a la localidad costera de Zadar. Ahí, bajo el estruendo de las bombas que caían sobre el pequeño puerto, nació uno de los mejores futbolistas de su generación, el primero que rompió la hegemonía Messi-Ronaldo en el Balón de Oro entre 2008 y 2021.
En 2018 llegó esa consagración. Modric es galardonado con el preciado trofeo individual, a finales de un año donde alcanzó la final de la Copa del Mundo (perdió contra Francia 4-2) y se llevó la 'Champions' con el Real.
"Me entristece que él (su abuelo) no haya tenido la oportunidad de ver ni un poco de lo que he logrado", declaró hace poco Modric a la cadena de televisión de la FIFA.
Desde sus inicios en Zadar, su talento llamó la atención. "Había escuchado hablar de un chico hiperactivo que, en un pasillo de hotel, pateaba una bola con la que dormía", recuerda Josip Bajlo, técnico por entonces del NK Zadar.
El talento del niño era evidente: "Era un ídolo para los de su generación, un líder. Los niños ya veían en él lo que nosotros vemos hoy", añade el DT.
El fenómeno explotó en un ambiente muy duro: "Pasó muchas veces que caían las bombas cuando íbamos al entrenamiento, obligándonos a ponernos a cubierto", recuerda Marijan Buljat, un compañero de Modric, también formado en el NK Zadar.
Skoblar, Vrsaljko, Subasic...
Exprofesional, Buljat está convencido que eso le dio un gran carácter, que los rigores de esta etapa fueron "uno de los factores que ayudaron a que se convirtiera en uno de los mejores futbolistas del mundo".
El NK Zadar es un club famoso por su formación. Josip Skoblar, leyenda del Marsella, o los internacionales Sime Vrsaljko y Danijel Subasic, salieron de allí.
Pero a ojos de los aficionados, Modric está en otro nivel, a pesar de que nunca llevó la remera del primer equipo, porque se marchó al Dinamo de Zagreb, el gran club croata, cuando tenía 15 años. De Zagreb puso rumbo a Londres, al Tottenham en 2008, y después en 2012 al Real Madrid.
Desde entonces, Modric ha ganado como madridista cinco veces la Liga de Campeones y renovó su contrato con los 'merengues' hasta 2023.
Último baile con Croacia
Su gran popularidad en Croacia estuvo empañada brevemente en 2017 por un escándalo de corrupción que sacudió el fútbol croata. El capitán es sospechoso de haber dado falso testimonio durante el juicio de Zdravko Mamic, acusado de malversación en fichajes, incluido el de Modric al Tottenham.
Su declaración parecía exonerar en parte a Mamic, odiado por muchos aficionados croatas que le acusan de haber puesto en jaque al fútbol de su país.
Modric fue acusado de falso testimonio, un delito que puede conllevar cinco años de cárcel, pero los cargos se retiraron rápidamente. Y todo quedó olvidado desde la hazaña de 2018.