Walid Regragui nació en Corbeil-Essonnes en 1975. El seleccionador de Marruecos, que dirigirá el miércoles a su selección contra Francia en la semifinal del Mundial de Qatar, creció en esta comuna cercana a París, donde ya mostraba condiciones de "líder natural".
Allí, el franco-marroquí empezó a golpear la pelota a finales de los años 80, en el barrio de Montconseil, al pie de su torre, hoy destruida. Con sus amigos de la infancia, se enfrentaba al distrito rival, los Tarterêts.
La impresionante táctica defensiva de Marruecos
"Hacíamos torneos, Montconseil era el AC Milan y nosotros, los Tarterêts, el FC Barcelona; el ambiente era realmente bueno, es así cómo lo conocí a los 10 años y lo seguimos en el AS Corbeil", cuenta Demba Diagouraga, actual director del equipo del barrio de los Tarterêts, quien lo recuerda como un "gran competidor, muy serio", y con un "papel de líder natural".
En esa época, Regragui era "un amante" del Milan AC, que entonces dominaba Europa y tenía una "referencia": Marco Van Basten, el delantero neerlandés estrella del club italiano y Balón de Oro en tres ocasiones.
Cuando tenía unos diez años, el actual entrenador de los 'Leones del Atlas' se une al AS Corbeil-Essonnes (ASCE), ahora desaparecido, donde jugó primero como centrocampista y, más tarde, de lateral derecho.
En el campo, David Fiot, su ex compañero de equipo del ASCE, recuerda a un "joven que jugaba para ganar". "Salía de situaciones difíciles y luego aceleraba, por sus regates y sus aceleraciones llamó la atención a Rudi García", explica su amigo, al que conoció en un instituto de Corbeil.
Fue en ese momento en el que Rudi García, entonces entrenador del primer equipo del ASCE, entre 1994 y 1998, donde su padre también entrenó, lo vio en un partido del equipo juvenil.
Regragui, como lateral derecho, empezó su carrera como profesional en el Racing Club y luego pasó por Toulouse (1999-2001), Ajaccio (2001-2004), Racing de Santander, Dijon y Grenoble (2007-2009) en Ligue 2.
En Grenoble, Regragui jugó brevemente con Olivier Giroud, que tenía entonces 21 años. Se cruzarán de nuevo el miércoles en la semifinal del Mundial.
"Podría llevarnos el Mundial a la ciudad de Montconseil. ¿Se imaginan?", confía Ouis, quien desea realizar un fresco de Regragui sobre una de las dos grandes torres del barrio.