Águila y Alianza protagonizarán su tercera final en tres años y esta pinta como una de las más parejas para ambas entidades, por tanto, es sumamente importante identificar cuáles son los puntos diferenciadores de ambos equipos para la final de este domingo por la tarde en el estadio Cuscatlán.
LAS CLAVES DE ÁGUILA
1. Solidez defensiva
En 26 partidos disputados hasta la fecha, Águila logró mantener su portería en cero en 12 de ellos. Con solo 19 tantos encajados, terminó como la mejor defensa tanto de la fase regular como de todo el curso, incluyendo cuartos y semis. La gran virtud de la zona baja emplumada ya no solo es la experiencia y la calidad que impone el guardameta Benji Villalobos, sino también una línea de cuatro defensas que no tardó mucho en conformarse y funcionar: Marlon Trejo, por derecha, Xavier García y Fredy Espinoza, al centro, y Kevin Melara, la gran revelación, a la izquierda.
2. Elección e inversión
Pese a los fracasos de los últimos dos torneos, Águila mantuvo a un importante número de jugadores para este Clausura 2022, tanto jóvenes como veteranos que ya tenían su lugar fijo en el once titular. Además de eso y de renovar la confianza en el cuerpo técnico, la dirección deportiva, encabezada por Alexander Amaya del Cid, se movió bien en el mercado para atraer figuras que pudieran aportar a ese equipo base. La llegada del goleador Kevin Santamaría, el creativo Edgar Medrano y el central Xavier García fueron determinantes para este torneo, mientras foráneos como Burbano y Caetano aportaron como recambio.
3. Técnico en finales
Planteles con el peso y los nombres que maneja Águila solo pueden asegurar un éxito con o un entrenador con amplio palmarés y trayectoria o con personalidad y capacidad de manejo del recurso humano. En ambos aspectos es ya conocido el peruano Agustín Alberto Castillo, quien ahora persigue el sexto título nacional de su carrera con un equipo que él mismo armó y convirtió en una máquina de hacer goles: 43 anotaciones en 26 juegos (el más ofensivo del campeonato). Con su esquema 4-2-3-1 y una movilidad asombrosa en el mediocampo, es difícil que el equipo se pierda en la búsqueda del arco contrario.
4. Visitante incómodo
Una de las virtudes de este Águila ha sido su racha invicta como local: siete victorias y seis derrotas en 13 partidos lejos de San Miguel en este torneo (no pierde en esa condición desde el 27 de noviembre de 2021: 1-0 vs. Firpo), con marca de 22 goles a favor y siete en contra. Muestra de ello es que fue el único equipo que derrotó a Jocoro en el Complejo Tierra de Fuego,y lo hizo dos veces (0-2 y 1-2). En el Cuscatlán, donde disputará este domingo la final contra Alianza, obtuvo un 0-0 ante el cuadro blanco y una goleada 0-4 sobre Atlético Marte. Jugar sin complejos fuera de casa es una cualidad que todo equipo quisiera tener.
5. Hambre de victoria
Hace tres años -pandemia de por medio- que Águila no toca un trofeo de la Primera División salvadoreña. Es tiempo suficiente para un equipo, plagado de estrellas, para añorar el éxito y acercarse de nuevo a la gloria, sobre todo porque la última final disputada, ante Alianza en el Apertura 2020, terminó en un 3-0 albo que para muchos no reflejó el tono de aquel torneo. Sin embargo, el tema de fondo es la aclamada 17: ¿qué plantel no quisiera deshacer de una vez por todas tal debate y fijar de modo indiscutible a los negronaranjas en la mesa de los más grandes del país? La ocasión es imperdible para quedar en la historia del fútbol.
LAS CLAVES DE ALIANZA
1. Chapa de campeón
Conforme pasan los años, con éxitos y fracasos en el camino, este plantel de Alianza ha aprendido a convivir con situaciones de presión extrema (pésimos arranques de torneo, plagas de lesiones, etc.), hasta conseguir revertirlas y convertirlas en experiencias positivas. La resiliencia que este equipo ha adquirido con el tiempo le enseño dónde acelerar y dónde no hacerlo. Ejemplo: tras cerrar la primera vuelta en tercer lugar con 19 puntos, sumó 23 unidades solo en la segunda y le alcanzó para cerrar líder general.
2. Pegada maestra
Para nadie es secreto que Alianza cuenta con uno de los mejores aparatos ofensivos y de creación de juego de la Primera División, capaz de infundir peligro con apenas poseer el balón. Si Michell Mercado, Juan Carlos Portillo o Franco Arizala no están en su tarde, seguro que aparecerán de pronto Fito Zelaya o Emerson Mauricio desde el banco, o alguna sorpresa habrá de parte de Marvin Monterroza, Bryan Tamacas o Narciso Orellana. La cantidad y calidad de recursos de los paquidermos les permitieron marcar gol en 19 de los 26 partidos de este torneo, convirtiendo 40 veces en todo lo que va de la competencia.
3. Un santo bajo palos
Todo equipo de época que se precie requiere de un portero de garantías. Alianza ha contado con una tradición de excelentes guardametas en toda su historia y el migueleño Mario González apunta a figurar como uno que marcará una era mientras vista los colores del cuadro capitalino. A veces no tendrá demasiado trabajo (como es el caso de la Selección Nacional), pero cuando se le requiere, González aporta su temple, su liderazgo y sus atajadas de primer nivel para mantener vivo a su equipo en cada partido, sobre todo ahora que su defensa se ha debilitado. De 20 partidos disputados, en 9 dejó su valla invicta.
4. Fuerza de rotación
Este torneo, tanto como el anterior, estuvo marcado por las ausencias por concentración de Selección Nacional, bajas por covid-19 y las habituales lesiones. Cuando Alianza no pudo contar con titulares como Tamacas, Monterroza, Orellana, González, ‘Cabrita’ Portillo o Arizala, la segunda línea del plantel respondió con eficacia y ha sabido dar tranquilidad al cuerpo técnico: la velocidad de Ezequiel Rivas, la conducción de Óscar Rodríguez, la juventud y rebeldía de Harold Osorio y Emerson Mauricio, además de la experiencia de Óscar Cerén y Rodolfo Zelaya, quienes pese a su nombre no tienen ganado un puesto fijo.
5. Más que un plantel
No resulta casualidad que Alianza, en los últimos seis años y medio, haya acaparado once finales consecutivas y doce de las últimas tres disputadas en torneos cortos, contando la de este domingo. Un equipo que dejó de demorarse con los salarios y que le brinda muchas comodidades a sus protagonistas, además de ocupar su marca para atraer patrocinios, siempre tiende a ir por el buen camino. Aunque falle en otros aspectos fuera del campo, la actual directiva alba ha intentado mantener la línea que trazó su predecesora desde hace bastante tiempo, que inició este ciclo de éxitos y expansión con el que otros difícilmente compiten.