El torneo más atípico para Alianza en los últimos años ha dejado sus cicatrices: logró el objetivo uno, clasificarse a cuartos de final, pero a un costo alto, múltiples lesionados en el trayecto ante un cuadro reducido debido a una menor inversión, y sin el apoyo de la afición, se volvió un equipo que no sabe ganar de local en un lugar donde no es su casa: el Ana Mercedes Campos, de Sonsonate.
Quería jugar en el estadio Cuscatlán, su verdadero hogar en los últimos años, y a donde la bola corre mejor, pero no le dieron los tiempos para cumplir con las 72 horas para hacer el cambio, y no se lo aprobaron. El duelo iba a ser ayer porque el Cuscatlán estará ocupado para otra actividad.
Así las cosas, sin afición, le tocará en Sonso, a donde el Fuerte le ganó en esta segunda vuelta para emparejar la serie a un triunfo por lado.
Para colmo, Alianza perdió la cuarta casilla y cayó a la quinta en la última fecha, con lo que deberá ganar o ganar esta serie al cuadro de Morazán para avanzar.
El cuadro paquidermo tiene buenas noticias a medias en toda esta caótica temporada sin afición. Y es que en los últimos días ha recuperado a Fito Zelaya, a Jonathan Jiménez, a Óscar Rodríguez y a Isaac Portillo. La mala, no están al cien.
“Tras pasar tanto tiempo lesionados, no están al 100 físicamente y es un riesgo ponerlos”, reconoce el DT Milton “Tigana” Meléndez.
Sin embargo, consciente que su posición en la tabla no ayuda, que jugará de “local” y cierra de visita el sábado, debe tirar toda la carne al asador.
“No podemos estar especulando y dejar que se recuperen del todo. Tenemos que arriesgar con ellos aún no estando totalmente al 100 en lo físico, como Jiménez por ejemplo. Fito ya jugó y, al ser delantero lo que necesitamos, podría tener más minutos”, adelantó Tigana, reconociendo que no tienen margen ni mucho en la banca de dónde esperar. Tienen que dar un golpe sobre la mesa hoy, sino será muchísimo más complicado.
“Han pasado lesionados, han estado parados más de un mes, y ese parón nos ha afectado. El hecho que ya estén entrenando y estén en la banca no quiere decir que ya estén listos, pero para unos minutos son muy valiosos, son partidos de vida o muerte”, concluyó el DT.
Mario González: “El equipo tiene que elevar el nivel”
¿Sorpresa?
Si hay un equipo que pareciera poder dar la campanada en esta serie de cuartos de final es precisamente Fuerte San Francisco.
El equipo llega con los ánimos arriba tras lograr clasificarse a cuartos de final por primera vez en Primera División. Tras más de 40 años para volver a estas ligas, no sólo lo hizo bien, sino que bajó del cuarto lugar a su rival de turno, al que ya derrotó de visita justo a donde se enfrentan hoy.
Eso sí, lo hicieron bajo el mando de Pablo Quiñónez, despedido a falta de dos partidos para el cierre de fase regular de manera sorpresiva. Esa es quizás, su mayor debilidad, que aún se están acoplando a la idea del interino Jesús Álvarez, y que este no tiene una gran experiencia al frente de equipos en máxima división en las instancias que comienza a enfrentar este día.
La gran ventaja, que al acabar cuarto, cerrará en casa, en el estadio Correcaminos de Morazán, y que el factor anímico con el aliento de la grada puede permitirles tener un aliado, desde lo emocional, clave cuando se juegan partidos a donde sólo algunos (porque tiene elementos que sí) tienen la experiencia que se requiere.