Como pocos. El polaco Robert Lewandowski se mostró como pocos jugadores: alegre, a pesar de perder. No solo eso: estar eliminado en el Mundial de Qatar 2022.
Su estado de ánimo se volvió tendencia el domingo, en redes sociales, luego de que Polonia cayó ante Francia (3-1). Pero el jugador del Barcelona vivió episodios diferentes al finalizar el partido.
Pasó por un momento de estar errando un penalti a tener la suerte de que se repitiera. Y luego sí anotar. Pero cuando finalizó, pasó a felicitar a sus rivales de ese duelo: los jugadores franceses.
Se lo vio hasta bromista. En algún momento, las imágenes saludando a Mbappé se viralizaron, al hablarle al oído al francés. También, la sonrisa y la palmada que se dio con el portero Hugo Lloris, quien en un momento fue su verdugo.
Pareció que la buena onda estaba en Lewandowski. Que pese a lo malo, encontró lo bueno. De igual modo, habló un momento con Antoine Griezmann, otra estampa que no quedó en el olvido.
En sus redes, el ofensivo polaco escribió: "Gracias, Qatar", con varias fotogrías suyas del juego dominical. Su sinceridad estuvo a la altura, como todos los gestos sinceros con sus colegas. Y sus aplausos para la afición.
Y rompió -en esta edición- el maleficio de no anotar gol en Mundiales... que casi, casi, se le negaba más con el penalti que se lo estaba tapando Lloris. Se va del Mundial con dos tantos, pero no define si jugará para la Copa de 2026.
“Aún queda un largo camino por recorrer y varios factores influirán en esta decisión. Necesito ser feliz jugando. Es importante incluso para un futuro cercano. Obviamente, lo soy cuando intentamos atacar. Cuando jugamos a la defensiva no hay tanta alegría. No me gusta. Muchos factores influirán en esto", comentó a medios internacionales.
"Lo dimos todo, peleamos y creamos algunas ocasiones, sobre todo en la primera parte. Es una pena que no las hayamos aprovechado", indicó Lewandowski, quien aseguró que se "trató de jugarle" a Francia a la altura y "crearles problemas, pero no fue suficiente".
Una historia escrita para una estrella de Polonia. Un Lewandowski como pocos. Ese que, pese a todo, se despide de Qatar con más risas que llantos.