Una imagen, como la que nunca se le ve a Neymar. El delantero brasileño lloró, tras quedar eliminado ante Croacia, en cuartos de final del Mundial de Qatar. Y lo hizo con desconsuelo.
Todo su país estuvo con él y sus compañeros se unieron a esas lágrimas. Neymar lloró de forma desconsolada sobre el césped del estadio Ciudad de la Educación. El "10" fue la viva imagen de la desolación de Brasil, que suma 20 años sin llegar a una final de un Mundial. Desde la quinta estrella en Japón y Corea 2002, solo unas semifinales, y fueron en las que sufrieron el 1-7 en su Mundial, haciendo más grande la herida. En el resto, se han quedado en los cuartos.
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Tras consumarse la eliminación, Neymar, al principio, se quedó sentado en el centro del campo. Perplejo. Aún teniendo que asimilar que, de verdad, quedaba fuera de un torneo que ya dejó caer que esta podría ser su última participación. No tardó en darse cuenta de que era real, no una pesadilla, y rompió a llorar sin encontrar consuelo en nadie.
Por su cabeza, además de la oportunidad perdida, seguro que pasaba la elección de tirar un quinto penalti que nunca llegó. Ya fue héroe en los Juegos Olímpicos de su país asumiendo tal responsabilidad frente a Alemania, pero en Doha no le llegó la oportunidad.
Dani Alves, el más veterano del grupo, fue el encargado de intentar dar alivio a sus compañeros como Neymar. Sin éxito. Fue el primero que acudió a consolar a Marquinhos, quien se tiró al suelo, con la cara en el césped, tras el penalti errado mientras que toda la selección croata corría a su alrededor para llegar hasta su portero, Dominik Livakovic, y celebrar con él la victoria.
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Los llantos de la impotencia. De rabia por últimas oportunidades que llegaban a su fin. De una selección en la que parte de su afición hacía ya en redes sociales montajes de cómo quedaría mejor la sexta estrella en su escudo; algo que tendrá que esperar, por lo menos, hasta el verano de 2026.
Fue el día en el que Neymar igualó a Pelé como máximo goleador de la selección brasileña, al marcar un tanto en la prolongación (10'5+1') del partido para Brasil, con lo que llegó a 77 anotaciones. Ese tanto, que parecía definitivo, no le sirvió al final para seguir en la competición.
Neymar, inconsolable al final, dejó el Mundial entre lágrimas, en tal vez su última oportunidad de ganar el torneo. Tras la eliminación de Brasil a manos de Croacia (1-1 y 4-2 en los penaltis), no garantizó que vaya a disputar el próximo Mundial en 2026, pero a la vez no se cerró “las puertas”.
“La cabeza todavía está caliente, no pienso con claridad. Decir que es el final sería apurado. No cierro las puertas, pero tampoco garantizo nada”, declaró en zona mixta.
"Sinceramente, no sé. Mucho en lo que pensar ahora, en lo que razonar. No quiero decir nada en este momento. Quiero aprovechar este tiempo para pensar en la selección, lo que es bueno para mí, lo que es bueno para la selección. No cierro las puertas, no digo al 100% que voy a volver, por eso quiero pensar un poco más en todo esto", incidió.
Para Neymar "es difícil asimilar todo lo que está pasando, parece que es una pesadilla". "No puedo creer lo que está pasando. Ahora toca ir con la familia, abrazar a las personas más cercanas que puedan brindar consuelo".
"Esta derrota dolerá durante mucho tiempo. Por eso es tan triste. Quiero agradecer a la afición su apoyo, cariño y respeto de todos los compañeros. Decir que lamentablemente no logramos nuestros sueños, pero eso es el fútbol", agregó.
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