En un partido muy bravo, el árbitro salvadoreño Iván Barton demostró su categoría una vez más en la Copa del Mundo FIFA Qatar 2022.
Barton fue el colegiado principal para el juego que disputaron las selecciones de Brasil y Suiza.
Ambos equipos triunfaron en su debut mundialista, y este lunes querían hacer lo propio para sellar definitivamente su respectivo boleto a los Octavos de Final.
El salvadoreño Iván Barton no tuvo inconvenientes para dirigir el electrizante juego entre brasileños y suizos.
Con la complicidad acertada del VAR, Barton anuló un gol a Vinicius Junior por un fuera de juego de Richarlison, quien participó de la construcción del tanto invalidado.
El juego fue muy duro para Brasil, más de lo que le supo presentar Serbia en labores defensivas en el primer duelo.
Durante la incertidumbre de los sudamericanos por la intervención del VAR, Barton dejó una de imágenes para la posteridad, pidiendo calma únicamente con gestos. Puro temple.
Tras la confirmación del VAR, el salvadoreño anuló el tanto correctamente y el partido siguió con una Brasil insistente.
El libreto fue el mismo, Suiza buscando alguna grieta en la zaga brasileña y los pentacampeones buscando el gol a toda costa.
Finalmente un disparo de Casemiro dio la victoria a Brasil que festejó; tras el pitazo final varios de sus jugadores se acercaron al árbitro cuscatleco para agradecerle por su buen desempeño.
Iván Barton (31) es el árbitro más joven de la Copa del Mundo FIFA Qatar 2022 y el de menor edad desde que el australiano Mark Shield (28) dirigiera en Corea y Japón 2002 para un Túnez vs Bélgica.
Enhorabuena por Iván Barton, dejando a El Salvador en un muy alto lugar para este mundial de Qatar 2022. Impecable.
Como dato al margen, tenemos que el arbitro más joven en dirigir un encuentro de Copa del Mundo FIFA es el montevideano Francisco Mateucci, quién a sus 27 años y 62 días estuvo en el compromiso que enfrentó a las selecciones de Yugoslavia y Bolivia para el Mundial de Uruguay de 1930.
Dicho juego se celebró un 17 de julio de 1930 en el Estadio Gran Parque Central de Montevideo y fue el único que Mateucci dirigió en un mundial de fútbol. Dejó una marca que perdura hasta hoy en día.