Más allá del problema administrativo en relación al impago o retraso en los salarios de los futbolistas del país, problema que lleva décadas (desde que existe el fútbol denominado profesional en El Salvador), hay una situación que agrava o afecta al menos a los mismos jugadores, la falta de conocimiento.
Al menos esa es la tesis que se desprende de la plática que sostuvo Cancha con el abogado Miguel Anaya, quien contribuyó a la construcción de modelos base de contratos para los jugadores, y que cumplieran con los requisitos mínimos que exigía la Federación Salvadoreña de Fútbol, la cual buscaba que se hiciera en base a la normativa FIFA.
El principal problema radicaba en que no se pagaban los 12 meses, pues no contemplaban pretemporada los equipos. Lo que hicieron fue “estirar” el salario total de 10 meses a 12 en la mayoría de los contratos, y definir esos pagos en cuotas.
Pero a diferencia de lo que ocurre con salarios normales de contratos laborales comunes, según Anaya, los contratos de los futbolistas funcionan como contratos de “servicios profesionales, a donde no hay un salario cada mes, sino un pago de lo que se conoce como honorarios, pues no cumplen con 8 horas diarias, etc. Ese no es el problema, sino que la forma de pago se debe establecer en el contrato, y esta es una negociación que queda a criterio del club y del jugador”.
En ese sentido, un club podía negociar pagar lo correspondiente a 12 meses en una cuota, dos, tres, cuatro, o 12. El tema es que esto es negociado con el contratado, es decir, el jugador.
“Yo trabajé en el modelo de contratos, y para Alianza así hicimos, 12 cuotas pagadas cada mes, así quedó establecido. El problema es que de otros clubes he visto contratos en los que no se dice cuándo se va a pagar las cuotas. Ahí sí hay problemas”, sostuvo, pues de eso se agarran los directivos en ocasiones.
Pero, de fondo, sostiene que “lo que pasa es que la mayoría de jugadores ni leen lo que firman. Salvo en casos de jugadores extranjeros, y ni siquiera ellos, sino sus representantes son los que han visto algo que me han consultado que qué significa, o que no les parece. Ellos leen lo que está por firmar su jugador, pero en el país no, y luego vienen los problemas”, adujo.