La noche del 20 de mayo no la olvidará el fútbol. La tragedia del estadio Cuscatlán los marcó a todos, sobre todo a los jugadores y a los aficionados de Alianza FC y CD FAS que estaban en aquel partido. Una noche que dejó nueve muertes y 51 lesionados, y una memoria colectiva dolorosa.
Como pocos, el portero de los tigrillos, Kevin Carabantes, habló con CANCHA sobre aquel día triste. Y compartió su testimonio de los sucesos, de algo que espera “no se vuelva a repetir”.
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“La verdad que buscar una palabra para describir lo que pasó ese día sería mentir. Fue algo muy lamentable, muy irreparable. Difícil de asimilar por todo lo que sucedió. Esperaría yo, primero Dios, que eso no vuelva a suceder”, manifestó.
“No tiene que ser un peligro ir a los estadios, ni mucho menos que pasen este tipo de cosas. Pienso que cuando vas a un partido es porque vas a disfrutar, vas a apoyar a tu equipo, sin esperar que algo así vaya a pasar. Y yo solo esperaría que eso no vuelva a ocurrir”, reiteró.
Como ser humano, Carabantes ayudó y fue solidario con la afición, porque no valieron los colores, si no la humanidad. Eso lo tiene claro el guardameta de los santanecos.
“En una situación así, ya el fútbol, el partido, pasa a segundo plano. Cuando yo me entero de que la situación es complicada, es difícil, trato la manera de ir a ver qué pasa, de preguntar qué es lo que ha sucedido y en lo que puedo tratar de ayudar, animar a los que estaban afligidos por lo que estaba pasando, mucha gente que no tenía oxígeno, y con los que pude hablar traté la manera de ayudar en lo que podía, tampoco soy un doctor. Pero sí, ahí se deja de lado cualquier rivalidad futbolística que hay y ya te enfocás en el ser humano”, resumió.
“Más allá de los gustos que tengamos, de los colores, somos seres humanos y tendríamos que respetarnos y ayudarnos los unos a los otros. Así que eso fue lo que me inspiró a mí y a mis compañeros, incluso la gente de nuestro equipo cuando se enteró de la gravedad del asunto también se pusieron a ayudar y no vieron colores. Al final, el fútbol tiene que dejar la rivalidad en la cancha, y fuera de ella todos somos seres humanos y tenemos el mismo valor y el mismo respeto”, complementó Kevin.
Sobre si hay algo que aún lo marca de ese día trágico, comentó: “Sí, la verdad que sí. Son cosas que yo espero no volver a vivir en mi carrera. Son cosas que yo no quiero que vuelvan a suceder en un estadio”.
“El fútbol y el ir a un estadio tiene que ser un día de diversión, de ir con la familia, ir a apoyar al equipo que te gusta y no un día que puede poner en peligro tu vida. Pienso que todo eso lo tenemos que ir mejorando, las autoridades, los que tengan que tomar decisiones, los que tengan que ordenar eso. Y nosotros, como seres humanos, tratar la manera de comportarnos mejor para que no vuelva a suceder”, afirmó.
Para Carabantes, como para la afición, fue un día difícil de superar. Y el guardameta tigrillo se sinceró en que no pudo olvidar la tragedia de la noche a la mañana. “Recuerdo que, la noche de ese día, sábado en la madrugada, no podía conciliar el sueño, pensando en cómo algo así podría haber ocurrido. Yo, como lo puse en mis redes sociales, era una fiesta, un día para ir a apoyar a tu equipo y no tenía por qué terminar así, no de una manera así. Ojalá que esto marque un precedente y no vuelva a suceder más”.
“Fueron tres o cuatro noches en las que no me sacaba de la cabeza las imágenes de las personas que estaban convalecientes o con dolores. Así que espero, personalmente, primero Dios esto no vuelva a ocurrir en un estadio, que sea todo paz, todo tranquilidad, y que podamos disfrutar del fútbol sanamente”, dijo.
Para Kevin como para el fútbol, deben “comenzar a hacer conciencia todos, tanto jugadores como la gente que va al estadio, a comportarse de una mejor manera, a acatar las indicaciones como deben ser”, para evitar más tragedias.
“El fútbol tiene que ser de diversión, de disfrutar en familia. Hay mucha gente que va con sus hijos a ver un partido, a inculcarle el amor de su equipo favorito a sus niños, y no tiene por qué suceder esto", expresó.
"Ojalá que se tomen las medidas necesarias para que esto no vuelva a suceder, porque fue algo muy lamentable, algo muy difícil y jodido para las personas que perdieron a un ser querido. Dios les dé fortaleza a todas esas personas que sufrieron ese lamentable hecho y puedan salir adelante. Sabemos que las pérdidas son irreparables, pero esperamos que esto pueda cambiar y que en un futuro podamos mejorar en todos los sentidos”, reiteró.