El partido no se anuncia como un duelo en la cumbre futbolística, pero el Irán-Estados Unidos del martes será uno de los puntos álgidos del Mundial 2022 en Qatar, con mucho más que una clasificación a octavos de final en juego.
El contexto es más tenso en la actualidad, con unas insólitas y reprimidas protestas en marcha en Irán, y en el marco de una Copa del Mundo donde, a pesar del empeño de la FIFA en evitarlo, los gestos políticos han llegado hasta el césped.
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Los futbolistas iraníes compiten en Qatar escrutados por todo el planeta. Antes de cada uno de sus dos primeros partidos tuvieron que hacer frente a preguntas a veces muy repetitivas por los medios occidentales.
¿Se abstendrán de cantar su himno para mostrar su apoyo a los manifestantes como hicieron contra Inglaterra, aunque no contra Gales? ¿Celebrarán sus goles? ¿Realizarán gestos simbólicos para denunciar la represión?
En las últimas horas, esa presión habría incrementado, ya que de acuerdo a reportes de la CNN citando a "una fuente involucrada en la seguridad de los juegos", las familias de los jugadores habrían sido amenazadas con encarcelamiento y tortura si los jugadores no se “comportan” antes del partido contra Estados Unidos, haciendo mención de lo arriba escrito.
Varios jugadores, especialmente la estrella Sardar Azmoun, uno de los héroes de la victoria contra los galeses en el partido precedente (2-0), denunciaron la represión en redes sociales. Pero muchos simpatizantes de los manifestantes reprochan al Team Melli su actitud, como cuando fue recibido por el presidente ultraconservador Ebrahim Raissi antes de su partida hacia Doha.
Al constatar que sus jugadores se hallaban bloqueados por la presión, ya que hicieran lo que hicieran recibirían críticas, su veterano seleccionador, el portugués Carlos Queiroz, ha tratado de enfocar el partido únicamente desde su vertiente deportiva. Y esta es considerable: un empate podría bastarle a Irán para asegurar su primera clasificación a octavos de un Mundial, en su sexta participación.
El equipo estadounidense, que necesita imperativamente una victoria para avanzar, también está centrado en el juego pero su federación contribuyó el fin de semana a acentuar la dimensión política del duelo.
En su cuenta de Twitter, el Team USA hizo una modificación de la bandera iraní en un gesto justificado como "solidaridad con las mujeres en Irán". La bandera oficial fue recuperada poco después.
"No es algo con lo que hayamos tenido que ver", dijo el entrenador Gregg Berhalter al pedir disculpas en nombre del equipo, con lo que esperan que la tensión se vaya rebajando.