Gran parte de los futbolistas federados en El Salvador cumplen hoy 60 días sin tocar el balón en un partido oficial debido a la crisis administrativa en la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), situación que consideran ha vuelto a impactar en su economía y en el desarrollo de sus carreras como lo hizo el estallido de la pandemia por la covid-19 en 2020.
Si bien aquella problemática contempló un confinamiento obligatorio para toda la ciudadanía, mientras duró tres veces más que la que se registra actualmente, la situación socioeconómica de los jugadores es la misma: muchos todavía dependen de una profesión muy insegura en lo laboral para sostener sus hogares, misma a la que volverán bajo un formato que solo les permitirá cobrar la mitad de los honorarios que inicialmente tenían previsto devengar.
Futbolistas salvadoreños y extranjeros critican nuevo formato de Apertura 2022
Manuel González es el futbolista más veterano entre las doce plantillas de la Primera División. El portero de 41 años de Platense ha aprendido a diversificar sus ingresos a través de un comercio que maneja personalmente, pero lamenta la falta de profesionalismo que aqueja a su sector.
“Acá, muchos solo viven del fútbol, hay que ser más profesionales en todos los aspectos posibles. Solo dos equipos van a cobrar los dos meses, los que lleguen a la final, y después el otro torneo solo va a durar tres meses”, afirma.
A mediados de agosto, dos semanas después de su último partido por la Liga Concacaf, Platense debió suspender entrenamientos por la falta de ingresos por taquillas, la principal entrada de los equipos en el país.
“La directiva fue muy sincera y por la incertidumbre nos dijeron que nos fuéramos a la casa y nomás hubiera una notica iban a reunirnos. Fue lo más sensato porque no podíamos estar entrenando y ellos gastando. Entendimos todo eso y esperamos”, explicó.
Los galleros reanudaron entrenos hace una semana, pero quedó cierta sensación de desprotección en los futbolistas en el tiempo que estuvieron sin conocer cuándo se renudaría la temporada. “Te puedo decir que el futbolista joven solo quiere vivir su vida y no piensa en el mañana. Nos volvió a agarrar igual que en la pandemia y, como futbolistas, tenemos que prepararnos en otra rama”, apuntó.
Continuidad
No todos los equipos cesaron sus actividades, como fue el caso de Jocoro, y no todos los futbolistas cuantan con una entrada económica alterna a su profesión, como ocurre con el defensor Carlos Arévalo.
Los fogoneros continuaron entrenando, aunque con pagos recortados al plantel, lo que el jugador de 34 años agradece para en su contexto particular. “Si hubiéramos parado, se hubiera complicado mucho y eso es muy difícil. Para la mayoría, el único ingreso que tenemos es a lo que nos dedicamos”, sostiene.
Pese al relevo en la dirección técnica, con la salida del colombiano Carlos Estrada y la llegda del hondureño Jorge Pineda, el interino José Romero continuó entrenando al grupo. Ahora, resta afrontar un formato de competencia que no acaba de convencer a todos los jugadores.
“Es buen formato, pero hay un detalle: se dice que habrá descenso y creo que no sería algo justo que solo te enfrentés oriente y occidente entre ellos… Sería lo ideal que se manejara con normalidad dos vueltas como siempre se ha realizado”, indicó.