El presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, Pierluigi Collina, aseguró que "la violencia contra los árbitros es un cáncer que puede costarle la vida al fútbol" y pidió actuar frente a la misma "antes de que sea demasiado tarde".
"La violencia verbal y física contra los árbitros es un cáncer que puede costarle la vida al fútbol. Es una responsabilidad de todos los que aman el precioso juego actuar y hacer algo, antes de que sea demasiado tarde y de que este cáncer asesine al fútbol", reclamó Collina tras el ataque sufrido por un árbitro en Turquía, que ha llevado a suspender todas las competiciones profesionales sin fecha de reanudación.
En un escrito publicado por la FIFA, Collina definió al agredido, Halil Umut Meles, como "muy buen árbitro y muy buena persona", con quien coincidió en el Mundial sub 20 de Argentina a principios de este año y defendió que "ningún árbitro, ni ninguna persona, merece vivir la experiencia que él vivió en Ankara" cuando "estaba haciendo su trabajo y fue asaltado en el terreno de juego al final del partido".
"Su imagen cayendo sobre el césped, protegiendo su cabeza con sus manos mientras le golpeaban y el hematoma bajo su ojo son horribles. Pero aún es más horrible saber que hay miles de árbitros de todo el mundo atacados verbal y físicamente en niveles más bajos del juego en todo el mundo sin que se informe de ello en los medios. Son desconocidos y la gran mayoría son árbitros jóvenes que están al principio de sus carreras", añadió.
Collina insistió en que "un árbitro no puede ser agredido por tomar una decisión aunque sea equivocada", ni puede sufrir acciones violentas como el incendio o el bombardeo de su coche, "algo que no es una exageración y ocurren en algunos países no raramente"
"Después de la reunión anual de la IFAB en Londres el pasado 28 de noviembre ya dije que la violencia verbal y física contra los árbitros es un cáncer que puede costarle la vida al fútbol. Como 'viejo' árbitro que soy estoy particularmente agradecido al presidente de la FIFA, Gianni Infantino, por sus palabras y la solidaridad que personalmente ha expresado con Halil Umut Meller", subrayó.
Collina se expresó así dos días después de la agresión de la que fue objeto el citado árbitro al final del partido de la Superliga turca entre el Ankaragücü y el Rizespor, en el que el equipo local jugó con 10 desde el minuto 50 por doble amarilla a uno de sus jugadores y el visitante empató a 1 en el minuto 97.
A la finalización el presidente del Ankaragücü, Faruk Koca, saltó al césped y dio un puñetazo al árbitro, agresión a la que se sumaron otros seguidores del equipo.
Koca, que fue detenido por estos hechos y enviado a prisión preventiva, presentó posteriormente su dimisión.
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