Arrancó el partido con todo para Suiza. En 25 segundos, tuvo tres opciones, primero con un remate de Granit Xhaka que tapó la defensa en el borde del área. La bola le llegó a Breel Embolo, quien definió con marca como pudo, pero la tapó el meta serbio el mano a mano.
El balón quedó suelto de nuevo, Granit Xhaka sacó un potente remate pero finalmente
Nikola Milenkovic logró rechazar.
Poco después, al 4', tuvo su primera ocasión Serbia, en un balón colgado tras cobro de tiro de esquina que bajó desde el segundo piso Nikola Milenkovic, quien cabeceó picando la bola pero abrió por poco.
Después, al 11',bombazo tremendo de Andrija Zivkovic, que sacude un poste, la bola le queda muy comprometida a dos de sus compañeros y termina en manos del meta suizo Gregor Kobel, que respira y agradece a su suerte.
Siguió llegando Serbia y, en una contra, tuvo los espacios Suiza y anotó Shaquiri, tras un balón en el área que terminó desviándose ligeramente en un defensa, sobre el 20'.
Lo empató Mitrovic, golazo de cabeza al 27' en una contra de 4 contra 4. Intenso juego y emocionante, con mucha pasión, pierna, se están dejando los dos en la cancha.
Poco después, al 30', tuvo el segundo Shaquiri pero remató apenas desviado.
Pero, como son las coass, cuando Suiza tocaba a puerta, Serbia le pegó de nuevo, se encontró un balón en el área Dusan Vlahovic y la mandó al fondo con un zurdazo para estar amarrando el boleto.
Ni bien comenzado el segundo tiempo, Suiza volvió a salir con todo y encontró el premio. En una gran jugada colectiva con pase de taco incluida, Remo Fleuler firmó el 3-2 sobre el 48'. Con ello, ganó moralmente Suiza, que comenzó a ser mucho mejor y tuvo más ocasiones pronto, incluida una de Embolo que voló dentro del área chica.
Por su parte, Brasil, con un equipo B, empataba con Camerún en un encuentro en que, pese a que casi está solo con suplentes, domina con trranquilidad aunque le falta profundidad. Pero en el descuento, Aboubakar anotó de cabeza el 1-0 a favor de los africanos, que se quedaron a la espera de algún tanto serbio que empatara las cosas del otro lado para tener esperanzas de clasificar, cosa que no ocurrió.
Previa
Partido decisivo y potencialmente polémico es el que enfrenta a Serbia y Suiza. En el Mundial de 2018, los jugadores suizos Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri provocaron un inmenso enfado en Serbia cuando imitaron con sus manos el águila bicéfala albanesa, un gesto simbólico que solo podía despertar pasiones nacionalistas en los Balcanes occidentales.
Ambos jugadores son originarios de Kosovo, lugar que sus familias abandonaron en la década de 1990, cuando era una provincia de Serbia, predominantemente poblada por albaneses.
En 2008, diez años después de la guerra entre las fuerzas de Belgrado y los independentistas albano-kosovares, Kosovo declaró su independencia, nunca reconocida por los serbios.
Las relaciones entre ambos países siguen siendo muy malas. En su vestuario, durante el partido contra Brasil, los jugadores serbios mostraron una bandera serbia que incluía a Kosovo, lo que a su vez provocó la ira del pequeño país balcánico.
Pero Shaqiri y Xhaka, que fueron sancionados por la FIFA en 2018 por sus polémicas celebraciones, anunciaron que no reincidirían.
En la cancha, Suiza parte con gran ventaja tras su victoria ante Camerún, por lo que acumula 3 puntos. Mientras que los serbios solo tienen una unidad, igual que los africanos, tras empatar con estos.
En ese sentido, a los suizos les basta con un empate para avanzar (siempre que Camerún no gane a Brasil y les supere en diferencia de goles, situación poco probable). Pero los serbios deben ganar sí o sí para meterse.
Por su parte, al equipo sudamericano le basta con un empate para asegurar el primer lugar, e, incluso perdiendo podría quedarse con el primer puesto. Sin embargo, parte como favorito pese a que se prevé que daría descnso a algunas piezas el DT Tité.
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