Con 1.81 metros, chelito y de nombre Marlon Romero, nada parece extraño en un delantero de las reservas del Dragón, salvo que le cuesta hablar un poco el español, y, a veces, entender alguna que otra palabra.
Se trata de un noruego que persigue su sueño de ser futbolista en la tierra de su padre. Tiene 19 años, y ya jugó un par de partidos de cambio con los escupe fuego.
“Soy de Noruega, pero me quería probar en el fútbol salvadoreño, mis padres son de El Salvador y me quería probar en este tipo de fútbol”, dijo Marlon.
El ariete comenzó con el balompié a los 5 años en su natal Noruega. “He jugado en diferentes escuelas, por ejemplo, en una del Ajax (en Noruega), Barcelona (en España), y el equipo en donde vivo, Trondheim. No he jugado en equipos muy buenos ahí en mi país, pero he aprendido cosas buenas en las escuelas”, se sinceró.
“Durante el verano 2017, cuando tenía 13 años, estuve en la escuela del Barcelona, fue una experiencia diferente, allá en Noruega hace frío, y en Barcelona mucho calor. Me gustó, el fútbol era diferente ahí”.
- ¿Y por qué venir a El Salvador? -, se le consultó. “Después que vi a Messi levantar la Copa del Mundo, dije que quería ser futbolista profesional, y decidí que quería venirme a probar a El Salvador. Mi papá me dijo que sí y me vine este verano. Mi sueño es ser profesional y quiero llegar a la Selecta”, dijo Marlon, quien nunca ha formado parte de selecciones en Noruega.
“Mi padre me dijo que sí podía, pero que el calor iba a ser muy duro, y así es, allá en Noruega no hace calor, venir a jugar de 10 grados a 35 es una diferencia grande”, reconoce el ariete, que arribó al país el 19 de junio para ya fijo venir a probar suerte, aunque ya había estado en el país durante algunas vacaciones en años pasados.
“Vine a probarme en Águila, en marzo, estuve dos semanas, entrené un poquito ahí, pero no entré”, al equipo de reservas.
Sin embargo, en junio que regresó probó suerte con el Dragón, equipo con el que ahora está en las reservas.“Ya me estoy adaptando, pero todavía siento que hace mucho calor. Siento que no puedo respirar bien a veces, pero me iré adaptando poco a poco”, contó.
Al cuadro escupe fuego llegó gracias a unas visorías abiertas. “Tenían tres entrenos donde se prueban jugadores que no son del equipo, lunes, martes y miércoles entrené, y el profe me dijo que después ya podía llegar. Desde entonces, estoy entrenando con ellos”.
Y ya debutó con el equipo, luego de poder culminar un trámite “con mis papeles, con el DUI, y todo eso, pero contra Alianza ya estuve listo, entré los últimos 15 minutos ahí. Luego fui a Santa Ana, contra FAS no jugué. Y pues contra Firpo tuve de nuevo unos minutos”, narró tras el encuentro en el que las reservas empataron a 2 goles la semana pasada en Usulután. “He jugado todas las posiciones, pero me gusta hacer goles, ser delantero es mi posición favorita”, contó Romero, quien es hijo de un ex taxista que ahora es camionero en Noruega.
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