Si en Primera División hay líos para la organización, cumplir con los requisitos del tema de licencia de clubes y con los compromisos económicos, no digamos en Segunda o Tercera División.
Poco a poco van surgiendo los casos en los que, de una u otra manera, van aceptando que no reúnen las condiciones para estar en el balompié federado.
Santa Tecla anunció hace poco que valorará si se inscribe o no en Segunda División. Tras perder la categoría de Primera División por la vía deportiva, intentó negociar con Jocoro y con Dragón para continuar en Primera. Sin embargo, al final no consiguió nada, e incluso podría quedarse sin el plato y sin la sopa, puesto que no contemplaba que el entrenador principal fuera clase A.
Ante esto, la directiva está sopensando incluso no inscribir al equipo en la Liga de Plata, y junto al cuadro tecleño hay varios equipos en la misma situación, cerca de entre cinco y seis podrían no inscribirse.
Jugadores del Atlético Balboa anunciaron hace poco también que se les adeuda dinero, y, de no efectuarse los finiquitos, no podrán inscribir al equipo, algo similar a lo que le ocurrió al Jocoro en Primera División (razón por la que la liga de privilegio se quedó con 11 elementos).
Y así hay otros equipos que estarían contra las cuerdas para poder cumplir con todos los requisitos y corre peligro su inscripción, entre estos, Santiagueño, Racing Júnior, Corinto y San Pablo, y hasta podría haber más.
Hasta el momento, los equipos inscritos en la liga de plata son El Roble, Los Laureles, Batanecos, Cangrejera, Tiburones, Brasilia, Titán, Olímpico Litoral, ONce Lobos, Inca, Zacatecoluta, Cruzeiro, Espartano y Fuerte Aguilares.
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