El argentino Ricardo Gareca se despidió este martes de la selección peruana de fútbol en una conferencia que brindó en Lima, donde aseguró estar agradecido a su equipo, a los jugadores y a los aficionados en esta etapa “espectacular” que tuvo como cúspide la clasificación al Mundial de Rusia 2018.
"Estoy eternamente agradecido al jugador peruano. Cuando llegamos creíamos fervientemente en el jugador peruano y estamos más convencidos cuando nos vamos. Tengo la fe intacta en el jugador peruano", expresó emocionado Gareca desde un hotel del distrito limeño de Miraflores.
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'El Tigre' repasó frente a los medios, y con gran expectación, sus siete años como técnico de la selección peruana y habló de su partida, acompañado de su asistente técnico, el exfutbolista uruguayo Sergio Santín; el preparador físico Néstor Bonillo; y su abogado, Mario Cupelli. El técnico argentino dijo que esta fue su asignatura pendiente, al igual que no conseguir un título para la Blanquirroja porque, aseguró, "Perú tenía todo para poder hacerlo".
MOTIVOS DE SU MARCHA
Sobre su salida de la Bicolor, Gareca explicó que por su parte y por parte de su equipo existía "un interés real" de renovar como entrenador, una voluntad que, según dijo, también era compartida por la Federación Peruana de Fútbol (FPF).
"Soy un hombre de fútbol y estas cosas pueden pasar, hubo un vuelco. Había interés por parte de la Federación y de parte nuestra, pero se produjo un quiebre en un momento que desconozco", declaró cuando los periodistas le preguntaron con insistencia por las reuniones que mantuvo con el presidente de la FPF, Agustín Lozano.
La FPF anunció el último viernes la salida del argentino como seleccionador tras no llegar a un acuerdo en la renovación de su contrato, que expiró el 13 de junio cuando la Blanquirroja perdió ante Australia el partido de repechaje al Mundial de Catar en una agónica tanda de penaltis.
Tras la finalización de ese encuentro, el argentino viajó de regreso a su país, hasta donde fueron a buscarlo los dirigentes de la FPF, encabezados por su presidente, para intentar que dirija un tercer proceso al frente de la selección inca.
La hinchada de la Bicolor recibió a Gareca entre gritos de apoyo en su llegada a Lima este lunes por la noche, y el calor de los aficionados también le arropó durante la mañana del martes a las puertas del hotel en el que se alojaba, con una tímida esperanza de que se quede el entrenador que logró llevar al Perú a una cita mundialista tras 36 años de sequía.