Los jugadores y aficionados del Real Madrid tuvieron el corazón en un puño cuando Eduardo Camavinga salió cojeando del partido liguero contra el Getafe el sábado, antes de medirse este miércoles al Manchester City en la Champions, una nueva prueba de fuego para el prodigio francés de 20 años.
Todos respiraron cuando Carlo Ancelotti dijo en la rueda de prensa posterior al encuentro que "era una pequeña torsión de la rodilla" y que "no habrá problema" para su presencia en Mánchester.
El francés ya hizo el lunes parte del entrenamiento con el equipo y ha sido incluido en la convocatoria para viajar a Inglaterra para alivio de todos. Y es que el centrocampista internacional francés se ha convertido en una figura clave para el vigente campeón de Europa, que afronta toda una final anticipada en el Etihad tras el empate 1-1 en Madrid la pasada semana en la ida de semifinales de Champions.
Camavinga jugó un papel clave en ese encuentro con su asistencia en el brillante gol de Vinicius, pero también tuvo parte de culpa en el empate del City, al perder un balón que acabó con el tanto de Kevin De Bruyne.
Jugar en el lateral izquierdo, en lugar de su posición natural de centrocampista, le lleva a cometer errores ocasionales, pero partido a partido Camavinga se está mostrando más seguro en su nueva posición. En parte obligado por las recurrentes lesiones de Ferland Mendy, Ancelotti no ha dudado en recurrir a Camavinga para el lateral izquierdo en su once de gala.
Su versatilidad le ha ayudado a convertirse en un habitual del Madrid, en lugar de luchar con Toni Kroos y Aurelien Tchouameni por un puesto titular en el centro del campo.
El City pude ver a Camavinga como el eslabón débil del Real Madrid después de su error en el partido de ida, pero el francés también registró el mayor número de duelos ganados, anulando a Bernardo Silva.
Si el equipo de Pep Guardiola apunta al joven jugador, Camavinga ha demostrado que puede estar a la altura del desafío.s
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