El París Saint-Germain inició su gira asiática con un triste 0-0 contra Cristiano Ronaldo y su equipo Al-Nassr, en el que Neymar se quedó en el banquillo, este martes en Osaka (Japón).
El público reclamó a gritos a Neymar, pero el brasileño, operado en febrero del tobillo derecho, se quedó en el banquillo.
Como Lionel Messi se ha ido y Kylian Mbappé está castigado, el partido solo tenía a CR7 como gran estrella a adular. Cada gesto del portugués hacía rugir el estadio Nagai.
Había un Mbappé en el campo, el hermano pequeño, Ethan (16 años), que entró en el minuto 62, cuando Luis Enrique cambió a todo su equipo, salvo a dos jugadores: el guardameta Gianluigi Donnarumma, autor de una gran estirada tras una tentativa de Ronaldo (minuto 40), y Noah Lemina, que volvió locos a los defensas rivales por la banda izquierda.
Durante el culebrón Mbappé, la preparación continúa y el PSG vuelve a jugar el viernes, contra el Cerezo Osaka.