A poco menos de dos meses de su último partido oficial en el estadio Juan Francisco Barraza, Club Deportivo Águila se reencuentra con su afición con el objetivo de reconstruir su confianza, recomponerse de su derrota en la última final y ofrecer un digno espectáculo ante el 11 Deportivo, un “pariente” lejano que busca su regeneración en este torneo Apertura 2022.
La primera “noche mágica” de San Miguel en este semestre encuentra a un Águila que apenas descansó tras su caída en la final de mayo contra Alianza, un sismo futbolístico que supuso la caída de los negronaranjas del segundo puesto en el palmarés nacional. Por tanto, los orientales ya no solo compiten por sumar su primer título luego de tres años, sino también por recuperar esa distinción histórica que perdieron en su último partido.
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Con este panorama, el Águila de Agustín Castillo busca ceñirse a un once titular que tendrá obvias modificaciones. Sin Jairo Henríquez, Yan Maciel, Fabio Burbano ni Luiz Caetano, el frente de ataque luciría inédito con las inclusiones de Dustin Corea, el triniteño Jomal Williams y los argentinos Luis Acuña y Brian Calabrese (todos, menos el caribeño, a la espera de recibir su CTI), en compañía del goleador del último certamen, Kevin Santamaría.
En tanto, el 11 Deportivo llega hoy a San Miguel en un su propio proceso de reconstrucción. No tanto anímica, sino futbolística, tras la salida de su entrenador Rubén Da Silva y de casi toda su columna dorsal, tras la salida de sus porteros Yonatan Guardado y William Torres, sus centrales Julio Sibrián y Kamoy Simpson y sus volantes Miguel Barreto y Enrique Contreras.
La respuesta a este éxodo fronterizo ha sido la llegada de Rodolfo Góchez, alguien que ya pasó por el banco aguilucho y que se embarca en su segunda experiencia como técnico principal en Primera División, tras hacerlo con Santa Tecla, y con el objetivo esta vez de poner al Once nuevamente entre los ocho mejores de la Liga.