“Mucha buya, pocas nueces” fue el partido entre Águila y Alianza, los dos equipos que hasta ahora estaban caminando con paso perfecto y que terminó con un empate a cero, que mantiene a los dos líderes, invictos y con los albos, sumando el cuarto partido sin recibir goles.
Mientras en las gradas se tuvo un colorido mejor que en el clásico nacional, el domingo pasado, en la cancha, que no colabora para el buen fútbol, tuvo una dinámica insípida. De poca proyección ofensiva, tímido manejo de la pelota e intensidad en la marca, aunque muchas veces los jugadores se dejaban caer ante el mínimo roce.
Desde muy temprano, tanto Sebastián Bini, entrenador emplumado, como Eduardo Lara, DT de los albos, estuvieron muy inquietos en sus áreas técnicas. Inconformes porque el libreto no se estaba cumpliendo en cada uno de los planteamientos. Ambos: 4-2-3-1.
En los primeros 20 minutos, el partido fue pausado, con los jugadores tirados más tiempo en el suelo, que en actividad deportiva. Hubo un poco de demostración de trabajo extracancha, con el estudio del rival entre semana, con marcas especiales sobre ciertos jugadores, que hicieron los dos equipos, y también la presión alta que realizaron los paquidermos, ante la salida corta de los migueleños.
Del poco fútbol que se tuvo en la primera parte, Águila generó la mejor oportunidad de gol, tras una jugada colectiva que permitió a Dustin Corea entrar por el centro al área alba, sin embargo, el remate tuvo una mala ejecución y la pelota terminó rechazada por el poste izquierdo, de la meta de Mario González, quien se había vencido para el otro lado (23’).
Muchos aficionados cantaron gol, se levantaron y hasta saltaron. En cuestión de segundos vino el lamento.Durante esta parte, Águila había generado mejores llegadas, con dos tiros libre de Gerson Mayén que exigieron a Mario González, además de algunas centralizaciones que el portero rechazó acertadamente.
Por su parte, Alianza cerró creando más llegadas, pero todas fueron sin ningún peligro y que terminaban antes de entrar a los “16.50”, donde los migueleños mostraron orden defensivo, aunque lentitud en la transición.
A pesar de causar mucha intrascendencia, los albos estos se mostraron conformes y con la esperanza de que podían mejorar en el segundo tiempo, con el posible ingreso de Marvin Monterroza, quien regresaba al equipo, después de superar una lesión.
Pero el cambio con el que reanudó Alianza, el segundo tiempo, fue con el ingreso del colombiano Miguel Murillo, por Ezequiel Rivas, quien se fue lesionado. Mercado, quien había sido el delantero en punta, pasó a la banda derecha y el cafetero se quedó en punta.La modificación pareció darle resultado a los capitalinos, con Mercado ubicado en su puesto natural. Precisamente, desde ahí aprovechó un error defensivo de Rodríguez, con el que se fue al área y sacó un tiro que pasó por un costado.
Pero aunque los paquidermos mostraban más presencia adelante, tuvieron dificultad al quedarse con uno menos por la expulsión del “Cabrita” Portillo, por doble amonestación (60’).
Los albos se tuvieron que volver a reacomodar, con el jugador menos, y los migueleños se animaron a adelantar líneas, con la llegada de los uruguayos Flavio Scarone y Franco Toloza, quienes terminaron siendo elementos menos para los migueleños, perdiendo cada balón que tocaron.
La afición del Águila ya estaba molesta y desesperada, al ver que los migueleños no aprovechaban que estaban cerrando el partido en mejor condición que los paquidermos, quienes finalizaron el partido aguantando y contragolpeando.
Mario González terminó salvando a los albos, con un mal remate de Denis Pineda, quien frente a la meta y sin marca, no pudo conectar con mejor idea la pelota y así se cerró el partido, con el cero en la portería y con Alianza, con Henry Romero, expulsado, por protestar (96’).
MIRA TAMBIÉN: Águila y FAS fueron sancionados y advertidos por la Fesfut