Las autoridades francesas desplegarán 14.000 policías y gendarmes en todo el país para garantizar la seguridad durante la final del Mundial entre Francia y Argentina de mañana, y la avenida de los Campos Elíseos de París, lugar tradicional de celebración, estará cerrada al tráfico.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, que acudió el viernes a la Prefectura de Policía de París para presentar el dispositivo, explicó que para el partido por la tercera y cuarta posición, entre Marruecos y Croacia, sacará a la calle a 12.840 agentes.
Es una cifra superior a los 10.000 que se movilizaron el miércoles durante el partido de semifinales entre Francia y Marruecos, tras el que se produjeron múltiples incidentes en muchas ciudades francesas, y que desembocaron en la muerte de un adolescente de 14 años en Montpellier, arrollado por un coche fuera de control, y en la detención de alrededor de 250 personas.
Entre esos arrestos, medio centenar correspondieron, según las fuerzas del orden, a miembros de grupos de ultraderecha que llevaban objetos contundentes como puños americanos, lo que hace pensar que su intención no era tanto celebrar la victoria de Francia, como participar en agresiones y actos de violencia.
La presencia de una importante comunidad marroquí, en particular en el extrarradio de París y en barrios populares de otras grandes ciudades, hace temer que la reacción de los aficionados al final del encuentro del sábado degenere en nuevos altercados.
El Gobierno francés también debe mostrar, por razones de imagen, que es capaz de garantizar la seguridad en eventos deportivos de ese tipo ante la perspectiva de las grandes competiciones internacionales que va a organizar, después del fiasco de la final de la Liga de Campeones el pasado 28 de mayo entre el Real Madrid y el Liverpool en el Estadio de Francia, a las afueras de París.
Francia albergará el Mundial de Rugby entre septiembre y octubre de 2023 antes de la gran cita de los Juegos Olímpicos de París en el verano de 2024.
En los alrededores del Estadio de Francia, además de un gran caos en la entrada por el control de los billetes y supuestos fraudes, ese 28 de mayo cientos de aficionados españoles y británicos fueron objeto de robos y vandalismo por parte de bandas de delincuentes de los barrios circundantes, ante la inacción de las fuerzas del orden francesas, movilizadas para actuar contra hinchas violentos.
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