Al Olimpo, con Triplete. El Manchester City, en un juego más emotivo por lo que estaba en disputa que por el volumen de fútbol, venció a un Inter de Milán fiel a su estilo, que controló por largos tramos el juego al imponer sus formas, pero que, cuando necesitó de magia o suerte, se le negó por completo con enormes salvadas del City.
Fue un partido bastante chato, muy equilibrado, con ocasiones contadas, marcado por un Inter que incomoda en todas las jugadas, que agarra, mete pierna, muerde, y no permitía la salida fina y profunda que acostumbra el conjunto inglés.
De Haaland, poco, de Silva, casi nada, de De Bruyne, menos, y, para colmo, salió lesionado pasada la media hora en un encuentro que poco y nada ocurría. Un par de llegadas sin terminar en disparos al arco del Inter.
Pero luego de la media hora, dos veces inquietó el City, en una, un potente remate de Haaland que Onana tapó, y en otra, una llegada colectiva, pero que murió en la orilla.
Del otro lado, la más clara, quizás, tras un error en la salida del City que terminó con un tiro a puerta vacía porque Ederson andaba paseando.
Para el complemento, por fin frotó la lamparita mágica Silva, quien se escapó por derecha y puso un centro que se desvió en la defensa. La pelota le quedó de frente a Rodri, quien la mandó pegada al poste para el 1-0.
Fue hasta entonces que llegó con más peligro el Inter, y tuvo dos veces el empate, aunque también le pudo hacer el segundo Foden. Primero, Di Marco estrelló la bola en el travesaño, esta regresó a donde él quien cabeceó a arco, pero le dio a su compañero Lukaku.
Después, en una enorme jugada de Foden, quien aprovechó el corte y espacio que dejó Haaland, se fue hasta la "cocina", pero su rematae fue fácil para Onana, muy suave y cantado.
Ya en los minutos finales, se salvó de milagro el City, la tuvo a boca de jarro Lukaku en un cabezazo que sacó en la línea Ederson para convertirse en protagonista de un partido chato. Y en el descuento, Ederson volvió a aparecer, en la última, para meter una mano salvadora en la última pelota, en un tiro de esquina. City campeón, lo ganó todo en la campaña. Guardiola volvió a levantar una orejona tras lo cosechado con Barcelona. Siete años pasaron del proyecto Pep con el conjunto de Mánchester.
En un partido mediocre, con un City jugando muy por debajo de sus capacidades, a ratos por mérito del Inter, pero también porque no le salían las cosas, se lograron reponer y vencer a un Inter que dejó el corazón con sus limitantes, pero muy pobre para poder realmente ser campeón de Europa.
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