Brasil vuelve a soñar en grande: la 'Seleção', sin la suspendida Marta, venció 4-2 a la campeona del mundo España este martes en Marsella y se clasificó a su tercera final de fútbol femenino olímpico, la primera desde Pekín-2008.
Luchará por su primer oro contra Estados Unidos el viernes en el Parque de los Príncipes, en París.
Las sudamericanas se impusieron con total autoridad gracias a un autogol tempranero de la capitana española, Irene Paredes (6), un derechazo templado de la atacante Gabi Portilho (45+4), un cabezazo de Adriana (72) y una definición mano a mano de Kerolin (90+1).
La '9' Salma Paralluelo descontó con un doblete (85, 90+12) en el epílogo del encuentro, cuyo resultado asegura la 14ª presea a la delegación brasileña en los actuales Juegos Olímpicos.
La clasificación ante la gran favorita y debutante histórica es un regalo de las 'canarinhas' para su capitana y referente, la legendaria atacante Marta, partícipe de las dos únicas medallas brasileñas del fútbol femenino, las platas en Atenas-2004 y Pekín-2008.
La '10', de 38 años, vio desde las tribunas una nueva exhibición de sus compañeras, que eliminaron a la anfitriona Francia (1-0) en cuartos, y estará habilitada para el choque definitivo en el hogar del PSG.
Las campeonas del mundo, dirigidas por Montse Tomé, parecieron no recuperarse del tremendo error tempranero de su portera Cata Coll, que de nuevo protegió con una máscara negra su nariz fracturada.
Presionada por Priscila, intentó despejar la bola, pero el chute rozó a la delantera, golpeó la cadera de Paredes y cruzó su propia puerta.
El percance en el rostro de la arquera del FC Barcelona tuvo lugar precisamente en el primer round contra las brasileñas, en el juego de cierre del Grupo C en el que Marta resultó expulsada y que acabó con triunfo europeo por 2-0.
Con la goleadora histórica y '10' de titular, Jenni Hermoso, a costa de la suplencia de la emblemática Alexia Putellas, España igualó cargas con el pasar de los minutos, aunque las sudamericanas les llegaban con facilidad a la contra o presionando su salida.
- Apisonadora -
La 'canarinha' lució cómoda con el cambio táctico planteado por Arthur Elias, de arrancar con tres centrales (3-4-3), probablemente para disimular las bajas sensibles de la lateral Tamires y la central Rafaelle, lesionadas.
Con la 'torcida' haciéndose notar, a pesar de que el estadio de Marsella estuvo a un quinto de su capacidad, de 67.000 espectadores, Brasil se hizo muy peligroso en las pelotas largas a espalda de las zagueras ibéricas.
La carrilera izquierda Yasmim explotó esa debilidad al enviar un pase largo hacia el corazón de las 18, conectado por la atacante del Corinthians de Sao Paulo para poner el 2-0 con un derechazo a ras.
La labor de remontar, ejecutada con éxito para eliminar a Colombia (4-2 en penales, 2-2) en cuartos, esta vez no lucía tan sencilla para la Balón de Oro Aitana Bonmatí y el considerado mejor equipo del planeta.
Y mucho menos cuando las revulsivas Adriana y Kerolin, en un doble cabezazo y un contragolpe, hundieron a las adoloridas españolas. Un dolor, aliviado ligeramente por el doblete de Paralluelo en dos corners, pero el tiempo no les dio para más y fue la alegría de Brasil.
De premio, pelearán por el oro contra Estados Unidos, que vuelve a una final olímpica tras 12 años gracias a una anotación de la delantera Sophia Smith en la prórroga para vencer 1-0 a Alemania en Lyon, con lo que clasificó a su sexta final del torneo femenino de fútbol de los Juegos Olímpicos, aunque la primera desde Londres-2012.
La atacante, de 23 años, aprovechó un pase a profundidad de la '9', Mallory Swanson, en el arranque del tiempo extra (95) para ejecutar un derechazo englobado a la salida de la arquera alemana, Ann-Katrin Berger.
Dirigidas por la laureada entrenadora británica Emma Hayes, las tetracampeonas olímpicas (Atlanta-1996, Atenas-2004, Pekín-2008 y Londres-2012) sentenciaron de esa forma un duelo muy cerrado ante las vigentes subcampeonas de Europa y ganadoras de la presea dorada en Rio de Janeiro-2016.
MIRA TAMBIÉN: El cubano Mijaín López, a la eternidad deportiva con su quinto oro olímpico