El desenlace parecía ineludible. El Inter Miami de Lionel Messi logró este sábado su primer título frente al Nashville SC en la final de la Leagues Cup, un partido concluido 10-9 en una tanda de penales que pareció eterna.
El astro argentino, autor de un nuevo gol, escribió así otra página de su gloriosa historia, llevando al Inter Miami, el peor clasificado de la MLS, hasta la victoria en la Leagues Cup, un torneo en el que compitieron 47 equipos de la liga norteamericana y de la mexicana.
No fue fácil y hubo que esperar a que los dos porteros lanzaran sus penales para conocer el desenlace, tras un encuentro concluido 1-1 en el tiempo reglamentario.
El guardameta del Inter, Drake Callender, anotó el suyo, justo antes de detener el lanzamiento de su rival del Nashville, Elliot Panicco.
Una doble jugada que convirtió a Callender en uno de los héroes del partido y desató la euforia de sus compañeros.
Una vez más, como ante el Dallas, el Inter tuvo que sufrir, pero demostró que sabe salir vivo de las tandas de penales.
Para Messi fue un trofeo más, uno de 44, y tal vez el inicio de otra etapa exitosa, esta vez al frente del Inter Miami.
- Sufrir para ganar -
Antes de la definición, el comienzo del encuentro mostró una oposición de estilos.
Inter seguía en la tónica de los últimos encuentros, con posesiones largas, paciencia para buscar estirar la defensa contraria y encontrar un hueco. Nashville jugaba mucho más directo, con un bloque bajo y transiciones rápidas hacia el delantero alemán Hany Mukhtar, vigente MVP (jugador más valioso) de la MLS, muy activo en los primeros minutos.
Los locales se mostraban más peligrosos, con un par de ocasiones a balón parado, mientras que el Inter no conseguía acercarse a la portería contraria.
Messi apenas intervenía, víctima de un buen marcaje que lograba aislarlo del resto de sus compañeros. Pero con el argentino enfrente, uno nunca puede confiarse.
En el minuto 23, Robert Taylor recibió por la izquierda, disparó y el rechace de un contrario le llegó a Messi en la frontal del área. Un rumor recorrió las gradas del Geodis Park. La “Pulga” aceleró, regateó fácilmente a un defensa rival y lanzó un disparo seco, potente, a la escuadra derecha de la portería del Nashville. Un gol imparable, uno más.
El zarpazo del 10 dejó a los jugadores del Nashville aturdidos por unos minutos, y así continuaron hasta el descanso.
La segunda parte empezó con un Inter muy dominador, que parecía jugar a su antojo, guiado como siempre por Sergio Busquets en el centro del campo. El Nashville no tocaba la pelota, sufría, pero siguió peleando.
Su reacción llegó a balón parado. El extremo Fafá Picault remató un córner en el segundo palo con bastante fortuna. Su disparo rebotó contra la pierna de Benjamín Cremaschi y la del portero Drake Callender, que no pudo evitar el gol en propia puerta. Empate y vuelta a empezar.
El gol envalentonó al Nashville, que tuvo sus mejores minutos en el encuentro. Mukhtar hizo temblar a la defensa del Inter en un contragolpe que concluyó con un disparo en el lateral de la red.
Los compañeros de Messi perdieron el control del juego y comenzó un partido de ida y vuelta. En el minuto 90. Mukhtar tuvo una buena ocasión de ofrecerle la victoria a los locales, pero su disparo se marchó por arriba de la portería del Inter.
Todavía hubo tiempo para que Leonardo Campana, que había sustituido a Josef Martinez, fallara un gol cantado justo antes de los penales, estrellando la pelota en el palo con la portería vacía.
Luego llegaron los penales, los nervios y el estallido de alegría de Messi y sus compañeros.
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