Aunque el estira y encoge entre la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT) y el Instituto Nacional de los Deportes (INDES) lleva años, a muchos tomó por sorpresa la paralización del fútbol nacional, sobre todo a los más implicados y afectados: jugadores, cuerpos técnicos, equipos.
En realidad, el tema parece haber comenzado un año antes de que el actual comité de INDES entrara en funciones, cuando la FESFUT decidió, pese a admitir previamente problemas para poder dar premios a los jugadores y para mejorar las condiciones del fútbol en general, no aceptar el dinero que el pueblo salvadoreño otorgaba a sus arcas a través de INDES.
Un año después, técnicamente el gobierno no podría reclamar por los manejos de fondos estatales a FESFUT, pues esta ya no manejaba dineros públicos. Sin embargo, con la aprobación de la nueva Ley del Deporte, todo cambió.
En medio, hubo una reforma a los estatutos en FESFUT, así como a artículos de la Ley estatal, pero siempre FIFA estuvo al tanto a través de sus representantes en el país, es decir, el Comité Ejecutivo de la Federación que encabezaba Hugo Carrillo.
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En la nota girada esta mañana por FIFA claramente queda establecido que hubo hasta cinco llamados de atención, cinco veces la FIFA le dijo a INDES (con otras palabras) que si el país quiere formar parte de su organización de fútbol, debe seguir sus reglas, no al revés, es decir, no es la FESFUT la que debía ajustarse a la Ley del Deporte.
“Los días 11 y 12 de febrero de 2020, un grupo de representantes de la FIFA y de la Concacaf visitó El Salvador para debatir con el Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES) los contenidos del borrador de un documento sobre la legislación deportiva nacional (la ‘Ley del Deporte’ y, muy concretamente, lo concerniente a las disposiciones que hubieran facultado al INDES una posible base jurídica para interferir en la administración diaria de la FESFUT. En este contexto, la FIFA recordó al INDES las posibles consecuencias de la injerencia de terceros, y los representantes de la FIFA y la Concacaf se comprometieron a revisar los estatutos de la FESFUT”. Ese fue el primer aviso del ente rector del fútbol mundial.
El segundo llegó siempre en 2020. “El 26 de febrero de 2020, la FIFA supo que el Congreso salvadoreño había aprobado la Ley del Deporte sin modificar ninguna de las disposiciones en ella contenidas y que se habían debatido durante la mencionada reunión. Por consiguiente, la FIFA envió una carta a la FESFUT, en la que avisaba de que, en caso de injerencia gubernamental, se le suspendería con efecto inmediato. En la misiva también se aseguraba que la FIFA y la Concacaf procederían a la revisión de los estatutos de la federación en colaboración con la propia FESFUT en los meses posteriores”.
El escrito de FIFA señala, además, como tercer aviso que “el 6 de octubre de 2021, representantes de FIFA, la Concacaf y la FESFUT mantuvieron una reunión con el INDES en las oficinas de este último. Durante las conversaciones, los representantes de la FIFA y la Concacaf volvieron a expresar a INDES su inquietud sobre algunas de las disposiciones contenidas en la Ley del Deporte, y subrayaron además que todas las federaciones miembro deben cumplir con los requisitos de la FIFA y la Concacaf, y aprobar sus estatutos en consonancia con ellos, así como la importancia de gestionar sus asuntos sin la injerencia de terceros”.
El cuarto aviso llegó este año, aún con tiempo para corregir todo y evitar la paralización del fútbol: “… el 27 de abril de 2022, los representantes de la FIFA, la Concacaf y la Fesfut celebraron una segunda reunión con el Indes en las oficinas del Instituto. Las conversaciones se centraron en disposiciones concretas del nuevo borrador de los estatutos de la federación y en la Ley del Deporte, y se expresó de nuevo la preocupación que suscitaban algunos de los artículos de esta legislación. En concreto, inquietaba la disposición que proporcionaba una base jurídica al Indes para interferir en los asuntos diarios de la FESFUT y que lo habilitaba para crear unilateralmente comisiones de regularización y establecer un tribunal ajeno que decidiera sobre cuestiones consideradas parte del mandato estatutario exclusivo de las federaciones miembro, como recursos sobre casos de disciplina y conflictos relacionados con procesos electorales”.
Y, por último, “el 20 de julio de 2022, la FIFA respondió a la carta (de Indes, en la que pedían que FIFA nombrara 2 miembros para la normalizadora que no fueran procedentes del Comité Ejecutivo anterior) asegurando que, con la puesta en marcha del comité de reguralización, el INDES había cometido injerencia indebida en los asuntos de la FESFUT y, por consiguiente, había atentado en contra de las obligaciones que imponen el artículo 14, apartado 1 i) y el artículo 19 de los Estatutos de la FIFA para con la FESFUT. También se informó a la FESFUT de que, si el INDES no disolvía el comité de reguralización ilegal para el lunes 25 de julio de 2022, el asunto se sometería inmediatamente al conocimiento del Bureau del Consejo, que podría decretar, entre otras medidas, la suspensión de la FESFUT”.
En conclusión, sistemáticamente INDES ignoró que las federaciones miembro de la FIFA pertenecen a una institución privada, que pone sus reglas y, que, aunque FIFA respeta legislación vigente en cada país (en múltiples naciones hay leyes del deporte, o del fútbol en particular), sí pide que se respeten sus estatutos en puntos muy específicos sobre control injerencia y otros aspectos. INDES no cedió en ello y su plan presentado a la Asamblea Legislativa para la autorización de la Ley de Deportes siguió con ese formato.
Cabe aclarar que en ninguna parte la FIFA prohíbe que el estado salvadoreño o cualquier estado investigue malversación de fondos, manejos oscuros u opacos, u otros aspectos que riñan con las leyes propias de las naciones.
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