Hace unos días, por fin la Federación Salvadoreña de Fútbol (FESFUT), encabezada por el Comité de Regularización, tomó una decisión en relación a profesionalizar los contratos con los futbolistas, apegada a lo que solicita la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) y sin implicar un divorcio con las leyes salvadoreñas.
Sin embargo, la Primera División envió una carta hace unos días pidiendo la revocatoria del acuerdo tomado en la FESFUT, en el que estipulaba que "la duración mínima de un contrato será a partir de la fecha de inscripción al final de la temporada" , y una temporada se entiene por dos torneos cortos.
Además, el acuerdo incluye el pago de pretemporada, época en la que los jugadores no tienen partidos oficiales, pero sí están bajo las órdenes del entrenador técnico entrenando, o sosteniendo encuentros de carácter amistoso y preparatorio para estar listos una vez arranque el torneo.
La práctica en el fútbol salvadoreño era que la pretemporada se pagaba a medio salario (cuando pagaban algo), y los contratos los elaboraban a partir del primer día que arrancaba el torneo hasta el día en que el equipo quedaba eliminado. Así, si no clasificaba a cuartos de final, el equipo debaja de pagar esos días restantes del torneo.
En otras palabras, los contratos y hasta el diseño del torneo en sí estaba creado para que los equipos de Primera pagaran la menor cantidad posible de días a los jugadores.
Sin embargo, la FIFA establece lo señalado, que los contratos son a partir de la fecha de inscripción, y que el pago de pretemporada debe ser completo. Además, que se paga hasta que finalice el torneo en general, no la participación directa de un equipo en el torneo. Es decir, por ejemplo, si FAS no clasifica a cuartos de final, igual le deben seguir pagando a los jugadores hasta el final del torneo.
Eso es lo que no quería la Primera División, argumentando que en el país existe la figura del contrato por servicio profesional, y que esta está avalada por el Ministerio de Trabajo.
Sin embargo, la FESFUT declaró la solucitud de Primera "sin lugar" la petición de revocatoria porque "el artículo 18.2 del Reglamento sobre el Estatuto y Transferencai de Jugadores de FIFA es claro cuando establece que sólo se permitirán contratos de duración distinta cuando estos se ajusten a la legislación nacional, lo cual implica necesaria e indefectiblemente que exista legislación nacional que regule los contratos de los futbolistas".
En el país no existe una legislación específica, como sí ocurre en España, Uruguay, o en otros países. Lo que pretendía hacer Primera era utilizar el contrato de prestación de servicios profesionales como si fuese una legislación nacional que regula los contratos de los futbolistas, que es precisamente lo que responde la FESFUT como segundo punto en su negativa a Primera.
"En El Salvador no existe por el momento ninguna disposición legal que regule los contratos de futbolistas o jugadores, no cumpliéndose con la premisa de la cual depende la excepción establecida en el Reglamento (de FIFA).
Como tercer punto, la respuesta de FESFUT menciona que "aun en caso de existir legislación - que no la existe - este Comité tiene como propósito intentar que toda la regulación vinculada con el fútbol en nuestro país cumpla a la vez con la normativa FIFA y con las disposiciones legales salvadoreñas, no tiniendo por qué existir divorcio entre ellas".
Este punto también es importante, pues el Comité señala y habla en general del fútbol nacional, no solamente de Primera División, lo que implicaría que esta medida debería ser aplicada también a la Segunda y Tercera Divisiones profesionales.
Y por último, en el cuarto punto, básicamente rechaza de tajo el análisis jurídico presentado por la Primera: "Contrario a lo que se menciona en la solicitud de revocatoria, el Código de Trabajo excluye expresamente los contratos por servicios profesionales desde su art. 1 en el inciso segundo, con lo que no resultan aplicables las consideraciones que se hacen en su solicitud con respecto a la inclusión de este tipo de contratos en la legislación laboral. Claramente no es así", sostiene.
Precisamente, el Código de Trabajo habla de exclusiones para: a) Relaciones de carácter público y b) Prestación de servicios profesionales o técnicos, razón por la que no se pueden considerar aplicables los argumentos.
Una vez ya realizada la explicación del análisis jurídico de por qué les niega la revocatoria, la FESFUT advierte a la Primera División en relación a los contratos que venía realizando, al decirle expresamente que esos contratos que elaboraba tampoco cumpen con las prestaciones laborales que pretendían justificar.
"... este Comité aprovecha para hacer notar a los clubes de Primera División que, de todas maneras, sus contratos tampoco cumplen con la normativa laboral y que no hay disposición en el Código de Trabajo que dispense el cumplimiento de todas las prestaciones laborales sin que sea permitido renunciar a ello. No le compete a este Comité exigir a los clubes el cumplimiento de la legislación laboral, pues para eso existen las autoridades correspondientes en dicha materia, por lo que solo cumple con advertirlo", concluye el escrito de la FESFUT, reconociendo, públicamente, que la forma en la que se venían elaborando los contratos entre Primera División y jugadores y entrenadores no cumplía con la legislación laboral nacional, y que aún así se inscribían los equipos y jugadores.
Esta práctica fue sistemática en la Federación, y contaba con el aval de un departamento jurídico supuestamente independiente, pero que generalmente velaba más por los intereses de los equipos y no de los jugadores cuando había disputas de por medio. Era de conocimiento público, por ejemplo, que muchos jugadores no tenían ni siquiera un original de su contrato firmado, o que el que firmaban con los equipos era diferente al depositvado en la Federación, sin que esta hiciera nada en el pasado al respecto.
Sin embargo, ahora el Comité de Regularización por fin ha tomado cartas en el asunto para comenzar a dar los primeros para exigir los cambios necesarios. Vale aclarar que cuando un torneo finaliza por x o y razón, los jugadores quedan sin trabajo en este país, y se ven obligados a buscarse la manera de ganarse la vida en otras actividades, o en fútbol amateur, exponiendo así su carrera. También es de hacer notar que la gran mayoría de jugadores no gana grandes cantidades de dinero que compensen el hecho de una carrera corta. Incluso, se ven implicados año con año en retenciones de sus salarios, y manipulaciones para otorgarles cartas de libertad para que busquen otro equipo a cambio de finiquitos (sin en realidad haber saldado la deuda total). Pese a que en los medios se denunciaban estas prácticas, en la FESFUT simplemente se hacía caso omiso de todas estas cuestiones, y se amparaban en los contratos que habían hecho firmar a los jugadores.
Se intentó hablar con el presidente en funciones de la Primera División, Boris Romero, quien ha tomado ese cargo tras ser nombrado en los últimos días como vicepresidente, y ante la ausencia de Pedro Hernández, el presidente, detenido en vías de investigación por el caso de la tragedia del Cuscatlán. Sin embargo, aunque observó mensajes de quien escribe este despacho, no respondió. También se intentó el martes 6 obtener una versión o comentarios de Primera División a través del departamento de prensa de esta, pero la respuesta fue negativa, y que sólo hablarían una vez estuviera la resolución de la FESFUT, algo que tampoco ocurrió.
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