El pasado 14 de julio, la Fiscalía de El Salvador allanó las instalaciones de la Federación Salvadoreña de Fútbol, en una investigación por presunto lavado de dinero. Pocos días después, el estado implantó una Comisión de Normalización que fue suprimida luego de que FIFA diera un ultimatum o, caso contrario, suspendería el reconocimiento al país debido a las ingerencias estatales.
Son dos casos aparte: uno, el de la investigación por presunto lavado de dinero, situación que FIFA ha dicho públicamente que respeta y promueve: la transparencia; dos, que se busque una homologación de los estatutos con la Ley de Deportes en la cual no se respetan los estatutos de FIFA, la independiencia en algunos aspectos de un ente privado.
En medio de todo esto, además de paralizarse el fútbol desde ese fin de semana (solo se disputó un encuentro, que, en principio, podría no tener validez su resultado), y de verse afectadas todas las familias relacionadas de entrenadores, jugadores, vendedores, taquilleros de todos los equipos de Primera, Segunda y Tercera División, hay otro grup de personas seriamente afectado.
Se trata de los empleados de la Federación Salvadoreña de Fútbol que, a través de un comunicado, hicieron pública su situación. El Sindicato de Trabajadores de la FESFUT dio a conocer que "... uno de los sectores mayormente afectados somos los empleados de la Federación Salvadoreña de Fútbol, ya que, a la fecha, no hemos recibido nuestro salario correspondiente al mes de julio, y nos preocupa más que ya estamos a mediados del mes de agosto y aun no se ve solución a nuestra situación, ya que, al no existir una Comisión Reguladora nombrada por FIFA, estamos acéfalos de una autoridad competente para realizar los trámites correspondientes para seguir el funcionamiento de nuestra institución".
En dicho escrito, se explica que se trata de un total de 115 empleados, que comprende "personal administrativo de ADFAS, Edificio FESFUT, Villa Selecta, Técnicos de ADFAS y Cuerpos Técnicos de las Selecciones Nacionales".
El documento también señala que "... como la mayoría de empleados de nuestro país, tenemos una familia que depende económicamente de nuestro salario para cubrir sus necesidades básicas (salud, estudio, alimentación, etc.) y también tenemos compromisos financieros, pagos de préstamos, vivienda, servicios básicos, en fin, compromisos que no pueden ponerse en pausa mientras se soluciona el pago de nuestros salarios".
A la fecha, no hay aún ni nombres del as personas que podrían integrar la Comisión de Normalización de FIFA, y, además, no se solucionarán las cosas el primer día que comience sus funciones, sino que llevan tiempo los procesos.
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