FAS recuperó la sonrisa que había perdido la semana anterior, tras caer con Chalatenango. Ahora logaron superar a Santa Tecla 2-1, a quienes les incrementaron la crisis que administrativa y deportiva que los pone al borde del abismo.
Fue un duelo intenso, con buena dinámica. Ambos tenían la necesidad de ganar, aunque el objetivo de los tres puntos era distinto. Los tigrillos, pensado en la clasificación. Mientras los tecleños se rebuscan por encontrar la salvación, entre la baja de algunos dirigentes y la deuda económica en el plantel; por lo que fueron quienes tomaron la iniciativa en este partido.
Allan Ocón fue el más incisivo del conjunto periquito, con su velocidad, complicó a la zona baja de los santanecos, incluyendo con un remate de media distancia que exigió a la estirada del guardameta Gerson López, que robó suspiros y después aplausos de los aficionados locales (5’).
Fueron aproximadamente quince minutos en los que Tecla tuvo la pelota y en base a voluntad, mantuvo encerrado en su sector a FAS.
Efrén Marenco, quien dejo de actuar como DT interino para ser principal, pedía más concentración para cumplir con las marcas y los relevos, tomando en cuenta que alinearon un 4-3-2-1, esos tres contenciones, quienes también hacían funciones de creativo para atacar.Un tiro desviado de Kevin Reyes (10’), que se fue desviado por un defensor, ayudó para desahogarse y comenzar a reaccionar bajo el impulso de sus aficionados, quienes, a pesar de estar recibiendo lluvia, no dejaron de sonar los instrumentos y cantar para apoyar al equipo.
La segunda acción de peligro de FAS fue con un balón filtrado a José Portillo, quien se fue solo contra el portero Cristopher Rauda, quien con su mano izquierda rechazó el intento de pierna izquierda del “Clavito”, se adelantaron a cantar el gol (22’).
En el banquillo tecleño ya se vivía un ambiente de locura, con reclamos hacia la zona baja periquita, por los espacios que habían dejado y que estuvo a punto de costarles. FAS evaluó esta situación y bajo esta formula intento hacer más daño. Lo volvieron a poner en practica y así consiguieron abrir el marcador, ahora habilitando a Brayan Landaverde, quien definió raso y sobre el primer poste de Rauda (30’).
Momento de locura para los aficionados tigrillos, duro golpe anímico para los tecleños, quienes además de no poder reaccionar y perder el ímpetu inicial, tuvieron que sufrir la expulsión de René Gómez (44’), por una fuerte entrada sobre Reyes.
Para Santa Tecla era remar contra la corriente, sin perder la voluntad de salir con vida en el estadio Quiteño. Pero cuando FAS presionaba y se acercaba al segundo, apareció el empate de los tecleños, que hizo un nudo en la garganta de los locales.
Gilberto Baires, unos minutos después de su ingreso, habilitó a Allan Ocón, para que se fuera en velocidad y definiera de derecha, cruzado (64’).
El partido cambio de dinámica con esta anotación. Los tecleños ganaron confianza y encimaron más, a pesar del jugador menos. Esto, muchos aficionados tigrillos que al inicio estaban optimistas, ahora pensaban en lo peor.
Pero todo terminó en un susto, pues una combinación entre Wilma Torres y el mexicano Luis Madrigal, quien minutos antes había sido abucheado, ahora gritaban su nombre, al cerrar un centro del salvadoreño y convertir el segundo tanto (77’).
De este gol ya no pudieron reponerse los periquitos, a pesar de que lo intentaban e inquietaban a los santanecos, quienes, como podían, se defendían y lograron aguantar la ventaja que los hace amanecer en la tercera posición.
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