Una tarde en la que sufrió, pero logró revertirlo todo. CD Águila derrotó, este sábado, a CD FAS, en el clásico nacional, por 3-2. Lo consiguió en remontada, en Las Delicias, con goles de cabeza y con un hombre menos. Esto lo permite llegar a 15 puntos, y saltar a la medianía de la clasificación. El tigre se quedó con 16.
Y es que ambos equipos, con parados similares (4-4-1-1), demostraron que este era un clásico. FAS, que incluso realizó tres cambios en la alineación original que presentó, buscó mejor apertura desde la derecha, con las bajadas de José Guevara, quien en dos oportunidades, en seis minutos, intentó meter centros y toques largos. Metía presión desde su espacio al arco de Rafa García.
Pero no se quedó atrás Águila, que tuvo la más clara a los dos minutos. Fue con Kevin Reyes, quien en una gran individual amagó frente al arco y metió balón cruzado a Carlos Salazar, quien tocó pegado a la base del poste. La afición emplumada lo sufrió. Pero luego, repitió de nuevo por derecha Reyes, que ganaba su espacio y filtró otro servicio, pero terminó en el rechazo migueleño.
Era un duelo abierto, con mucha dinámica, con salidas creativas como las de Gerson Mayén o las calculadoras de Jonathan Nolasco. Era así un ida y vuelta, sin dominador de la media. Lo buscaba Águila, pero el que tuvo la mejor para abrir la cuenta fue FAS.
Al 14', una jugada desde la derecha nació con Wilma Torres, quien mandó un centro para Harrison Mojica, este controló y sirvió a Rafael Tejada, quien cerró a puerta el 0-1. El tigre se puso feliz, pero la alegría poco duró. A los tres minutos, los emplumados colocaron el empate.
A los 17', en jugada a balón parado, tras tiro de esquina, fue Larín el que colectó y metió un centro que definió Salazar de cabeza, para levantar a la afición negronaranja que sin ser local en Santa Tecla así lo hizo sentir en el empate (1-1).
Tanto emplumados como santanecos sostuvieron el balón sin pausas. Lo buscaban, generaban peligros en las contras hacia ambos sectores, pero FAS ejercía presión y encerraba a Águila en su espacio.
Lo empujaba, tenía más juego vertical con Nolasco y se acercó al arco de García con más estacionarias. El guardameta oriental defendía todo, y tenía buena comunicación con su zaga.
Pero de a poco, el campeón reaccionó aprovechando los errores tigrillos atrás, sobre todo en las de balón parado. De nuevo, Águila aprovechó un centro de tiro de esquina en el que anticipó Julio Sibrián a los rivales y de cabeza marcó el 2-1 (37'). Estaba remontando el cuadro oriental, y buscaba el tercero, empujando para ampliar la cuenta.
Sin embargo, los negronaranjas se quedaron con diez, tras la expulsión de Marcelo Díaz, quien por una segunda amarilla terminó en la duchas (42'). Águila se reacomodó, cuidando la ventaja.
CON SELLO MIGUELEÑO
Siguió parejo el duelo con Mayén buscando empujar la media y acelerando hacia adelante. Mientras FAS realizó algunos cambios obligados por lesión, pero con elementos ofensivos de altura, con los que pareció que el equipo santaneco podría buscar el juego aéreo.
El cuadro santaneco se apegó a buscar ganar terreno desde la media, con velocidad, para tratar de encontrar la paridad. Mientras Águila, que se reordenó con el hombre menos que tenía, esperaba la contra, y confiaba en las reacciones de Dustin Corea o Salazar, quienes generaban juego rápido y vertical.
El tigre, aunque generaba presión, no tenía claras para definir. Las luchaba y tenía el control de balón, pero le faltaba contundencia ante unos aguiluchos que aguantaban, defendían ordenados y esperaban el contragolpe. Incluso, los movimientos orientales fueron para refrescar la media y no ceder en pegar el tercero.
Y lo consiguieron. Al 70', luego de la insistencia de Águila de empujar inteligentemente, de aprovechar los fallos tigrillos del fondo, encontró un centro desde la derecha, y Salazar metió de cabeza el 3-1, y su doblete, ante un Carabantes que no pudo hacer nada ante ese balón (3-1).
Fue la cereza al pastel. FAS cayó en la desesperación, le alcanzó para el descuento con Edson Meléndez (86', 3-2), pero nada más. Águila terminó jugando tranquilo, tocando, metiendo ansiedad al rival. Con uno menos, demostró que la remontada era real. Se llevó el clásico y la victoria a San Miguel.