No pudo. CD Águila no pasó del empate, la noche de este miércoles, ante Real Estelí de Nicaragua (0-0), en la vuelta de cuartos de final de la Copa C.A. de Concacaf. El global de 1-2 a favor de los chochos permite a los actuales subcampeones del torneo avanzar de manera directa y a los emplumados hacerlos esperar por su segunda oportunidad en un play-in (repesca de perdedores), para intentar llegar a la Copa de Campeones de la Concacaf.
Urgidos por salir a buscar el partido (4-4-1-1), el resultado, el gol de la inspiración y que ansiaban, los emplumados salieron ofensivos, decididos a encontrar ese tanto que necesitaban. Rápidos, sin dar respiro a los chochos, los presionaron.
Salidas muy rápidas, con mucha dinámica, posesión del balón, empujaron con Darwin Cerén, Melvin Cartagena y Ricardo Villatoro. Todo el equipo movido, sofocando al Estelí, obligando a los nicaragüenses a encerrarse y a defenderse Lo estaban logrando, pero el Estelí era ordenado y no se dejó intimidar.
El primer cuarto mostró una alta versión de Águila. Exigió a su rival en cada balón, lo que solo le permitió intentar salir a la contra. De al menos cuatro ocasiones frontales migueleñas, sin contundencia, los chochos pescaron una sin peligro. Luego, tuvieron otra, en tiro libre, cerca de los 20', intentando un poco soltarse la presión.
Pero Águila siguió intentándolo, con afán, por los laterales, pero el portero del Estelí, Jason Vega, estaba atento, atajando todo. El equipo salvadoreño se mantuvo, llegada la media hora, marcando los tiempos, dominando la media, Pero el gol no llegaba, el último pase se negaba o los nicas eran mejores en la anticipación.
Irse al descanso así, sin marcar, seguía dando ventaja al Real Estelí y dilatando el tiempo de las pretensiones aguiluchas. La gente empezó a desesperar, cargaba contra el árbitro, y Águila no encontró el camino para cerrar el último toque y, por el contrario, sufrió sobre el añadido de la primera mitad la intención visitante de tratar de marcar.
"Gol, gol, gol", gritaba la afición, al tiempo que una estacionaria los hizo sufrir a todos con un balón que nadie pudo hacer efectivo. Una serie de balones parados inquietó a todos, pero el gol no apareció.
Águila no podía esperar. No tenía mañana, para buscar llegar a las semifinales, por lo que empujar la ofensiva era obligatorio para encontrar ese ansiado tanto. El balón siguió llegando adelante, continuó buscándolo Blas Sosa, y se unió en ese revulsivo Dionatan Machado, desde la media.
Estaba volcado el equipo oriental en quebrar ese cero, pero no lo conseguía. El Real Estelí se plantó seguro y amarró atrás un cerrojo, del que de paso se aprovechó que Águila no podía concretar para hacer su juego.
Tenía que poner la carne al asador el equipo del técnico Daniel Messina, con lo que sumó a Edgar Medrano, pero quien llegó por el recién ingresado Machado. Siguió el cuadro negronaranja en la pelea por no darse por vencido, incluso una jugada que pareció falta y que todos pidieron penalti sobre Villatoro hizo sufrir al equipo.
Se notaron el esfuerzo de Sosa, Cerén, Villatoro, y los apoyos de Melvin Cartagena, Tomás Granitto y Medrano. Con el panorama abierto, Águila tomó el último aliento, con el apoyo de su gente, para dar el último toque, pero no llegó. Y, al contrario, los chochos incluso asustaron a Rafa García en dos contragolpes.
Se escribió así la historia de Águila, en una noche en que tuvo buen fútbol, pero no le alcanzó. Un adiós al torneo de manera directa, pero aún con la posibilidad de llegar a la Copa por la vía del repechaje.
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