Dragón viene de menos a más en el torneo, y, en la actualidad, ya quema su fuego. Es cuarto, está a dos puntos de Águila, al que le quitó el invicto en el derbi migueleño, en un partido en el que se impuso por la mínima pero en le que pudo marcar más tantos.
Juego entretenido, pero con muchísima pierna, muestra de ello es que, en 45 minutos, ya iban 8 tarjetas amarillas mostradas por el árbitro. Intensidad, sin dar ningún balón por perdido, más una cancha donde la bola no circula bien afectaban la fluidez de dos equipos que se dejaron en la cancha. La diferencia la hizo Jonathan Nolasco con un zapatazo de larga distancia que sorprendió a un meta Rafa García que pareció que podía hacer más. Golazo del joven apenas sobre el 13’ que marcó el partido porque le permitió seguir su libreto favorito a Dragón, quedarse a la espera atrás y salir con todo a la contra al robar balones para liquidar.
Así tuvo contra las cuerdas varias veces a Águila para meterle el segundo, pero al final, le bastó el tanto de Nolasco.
Eso sí, también contó con un Felipe Amaya que apareció bien al 37’, para parar un remate de Mayén, y otro potente de Darwin Cerén, sobre el cierre del primer tiempo. Y la suerte le acompañó cuando un balón rebotado tras remate de Dustin Corea no se fue a una portería vacía.
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Eso sí, Dragón bien pudo haber aumentado la cuenta. Al 45’, por ejemplo, tuvo un mano a mano que Montaño no pudo definir bien, se sacó al portero a bailar pero no logró rematar nunca al arco. Luego, en el 67’, el mismo Montaño perdió el mano a mano ante el meta García, que le tapó el remate con la cara.
Y al 77’, otro tiro del ariete lo bajó el arquero con alguna dificultad pasajera. Águila se lanzó con todo, pero no pudo contra lo aguerrido de un Dragón que, tras perder en la primera fecha, hiló su cuarto partido sin derrota, dos empates y dos victorias, en ese orden, para subir como la espuma en la tabla general, y frenar el buen paso negronaranja.