La afición de CD Águila demostró, una vez más, su apoyo al equipo. El incondicional, ese que, la noche de este miércoles, dio al equipo por la Copa C.A. en busca de un sueño. De la ilusión de la gente ante Real Estelí.
El Cuscatlán se jugó así en familia, y no porque fueran minoría, si no porque el Coloso recibió a una mínima parte de aficionados del equipo chocho y lo demás era exclusivo negronaranja.
No faltó así en nada el apoyo a los emplumados, liderados desde la tribuna con Nico Muñoz, el histórico romperredes y con pasión por Águila. Anunció que estaría en el Cusca y lo cumplió.
El azul del estadio se fue pintando así negronaranja, de a poco, con el sonido del bombo que no paró de principio a fin. Como una noche especial, con las mejores plumas, no importando qué pasaría después.
Y fue así un espectáculo la hinchada migueleña, con sus cánticos, con su entrega, con la música, la misma de cada domingo, pero con un toque de inspiración extra. Con las luces prendidas de los celulares, con la ansiedad en cada grito, con la presión desde la grada.
Fue para ellos una noche única. Representado su equipo al país, como esa banda última viviendo el torneo regional de la Concacaf. Un gracias del equipo para ellos, que siguen estando en las buenas y en las peores.
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