Este martes se confirmó lo peor, Juan Izquierdo, uruguayo del club Nacional, falleció tras sufrir una arritmia cardiaca y posterior paro el jueves pasado, en un partido de Copa Libertadores ante el Sao Paulo brasileño.
Aunque los jugadores son sometidos a múltiples exámenes, sobre todo al inicio de cada temporada, muchos desconocían que a Izquierdo, cuando era juvenil, le detectaron una pequeña arritmia cardiaca. Sin embargo, nunca se le dio continuidad.
En la cotidianidad, ya como profesional, en sus exámenes de rutina no se le detectaron problemas, por lo que en la dirección del club como tal no se conocía de su situación.
Izquierdo se suma a otros jugadores de fútbol profesional que, pese a su buen estado físico en general, tenían alguna afectación cardíaca y perdieron la vida tras sufrir paros en plena cancha.
Uno de los más recordados es Marc-Vivie Foé, volante camerunés quien murió en 2023 tras desplomarse durante un juego de la Copa Confederaciones ante Colombia.
Luego le siguió Miklos Feher, un húngaro que cayó al césped en el tramo final de un partido en Portugal entre el Benfica y el Vitoria Guimaraes, en 2004. Apenas tenía 24 años.
Serginho, en ese mismo año, murió a los 30 de edad tras colapsar en un partido entre el Sao Caetano y el Sao Paulo del campeonato brasileirao.
En España también se recuerda mucho el caso extraño de Antonio Puerta, quien, en 2007, se desmayó en un partido del Sevilla ante el Getafe. El jugador volvió en sí, se levantó y abandonó el campo por su propia cuenta, pero tres días después falleció por un paro cardiorespiratorio.
A los 25 años, Permario Morosini, en 2012, murió tras llegar al hospital luego de desplomarse en un partido entre el Livorno y el Pescara italianos.
El año pasado, Raphael Dwamena, de Ghana, falleció tras caer en el juego entre Egnatia y Partizani de Albania, en uno de los últimos sucesos recordados, hasta lo de Izquierdo, este martes pasado.
A la lista se podrían sumar múltiples casos en las juveniles y en el fútbol amateur de todo el mundo, a donde los exámenes de rutina para detectar problemas congénitos y arritmias prácticamente son nulos.
Dentro de los casos de futbolistas que se han salvado, el más recordado es del danés Christian Eriksen, en la Eurocopa de 2021.