Barcelona y Real Sociedad, dos de los equipos más en forma del fútbol español, medirán este miércoles sus fuerzas en el Spotify Camp Nou (2:00 p.m.) para conseguir una plaza en las semifinales de la Copa del Rey.
Los azulgrana son líderes de LaLiga y los de la Real Sociedad, terceros y, seguramente, el equipo que practica un fútbol más atractivo del campeonato. Ambos ya se midieron en la segunda jornada, con un 1-4 a favor de los barcelonistas, pero desde entonces las circunstancias han cambiado mucho.
Para el partido, Xavi Hernández recupera a su principal referencia en ataque, Robert Lewandowski, ausente en LaLiga ante el Getafe y que tampoco estará el próximo domingo en Girona. Después de que Xavi diera con la tecla en la Supercopa, donde superó con autoridad al Real Madrid, el técnico podría aplicar el mismo sistema que ante los blancos.
Así, la pareja Araujo-Christensen formaría en el eje defensivo. El uruguayo, que no jugó ante el Getafe por molestias físicas, apunta a ser titular, mientras que el danés es un jugador que se encuentra en un magnífico momento de forma, aunque se retiró en el último partido por molestias en los isquiotibiales.
En los flancos, Jules Kounde se perfila para la derecha y Alejandro Balde a la izquierda. Sergio Busquets será el mediocentro, por delante de Frenkie de Jong, también recuperado de sus problemas físicos, y de Pedri.
La novedad estribaría en la posición de Gavi, quien podría jugar por la izquierda en ataque y cerrar como centrocampista en defensa. Los dos delanteros más desequilibrantes serán Ousmane Dembélé y Lewandowski, quien es la diferencia en ataque.
En el balance global de la Copa, el Barcelona sale ampliamente ganador. En doce eliminatorias, el club catalán ha superado diez por dos los donostiarras (octavos de final de la 1968-69 y de la 1979-80).
Además, se han disputado cuatro títulos coperos y todos ellos han caído del lado de los azulgrana, que ganaron las finales de las temporadas 1987-88, 1950-51, 1927-28 y 1912-13.
Por su parte, la Real Sociedad lleva casi 32 años sin conquistar la fortaleza blaugrana y, en ese tiempo, ha acumulado 29 derrotas y un único empate. Aún así, los de Imanol Alguacil, que llegan tras sumar nueve victorias consecutivas en lo que es la mejor racha de su historia, no renuncian a lograr la gesta.
La confianza es máxima en el seno de la plantilla realista pese a que las lesiones han vuelto a cebarse con el equipo, cobrándose a David Silva como última víctima hoy mismo al sufrir durante el entrenamiento unas molestias en el sóleo que, a falta de pruebas para conocer el alcance exacto de la lesión, le han dejado fuera de la convocatoria.
Tampoco estarán en Barcelona por lesión Mikel Merino, Ander Guevara, Jon Pacheco, Andoni Gorosabel, Mohamed-Ali Cho, Alex Sola y Sadiq Umar. Por el contrario, respecto al encuentro del sábado ante el Rayo Vallecano, regresa al equipo Martin Zubimendi, el gran deseado por Xavi Hernández como sustituto de Sergio Busquets, tras cumplir su partido de sanción.
No se esperan muchos cambios en el once inicial respecto al que venció el sábado en Vallecas porque en algunas líneas no hay mucho margen de maniobra. Es lo que sucede en defensa, donde las bajas de Pacheco, Gorosabel y Sola obligarán a Aritz a seguir ocupando el lateral derecho, lo que deja como únicos centrales a Zubeldia y Le Normand. En el lateral izquierdo podría entrar Aihen por Rico.
En el medio campo la vuelta de Zubimendi provocará que Illarramendi adelante su posición y juegue como interior dentro del rombo junto a Brais. La baja de Silva abre la incógnita sobre si Alguacil insistirá con el 4-4-2 o si por el contrario optará por el 4-3-3. Si mantiene el rombo, la presencia de Marín en la media punta gana enteros. Si opta por jugar con tres atacantes, Oyarzabal podría sumarse al tridente.
Arriba, la presencia del enrachado Alexander Sorloth –ha marcado en los últimos cinco partidos de Liga- parece asegurada y la novedad podría ser la alineación de Take Kubo en lugar de Ander Barrenetxea, titular en Vallecas. El japonés ha entrenado con normalidad y su capacidad de asociación con los cuatro centrocampistas puede ser básica para generar superioridad numérica en una zona en la que al Barça le gusta mandar.
De la capacidad que tenga la Real para quitarle el balón al conjunto de Xavi Hernández y de la facilidad que muestre para salir de esa presión alta de la que tanto rédito saca el Barça, dependerán buena parte de las opciones de romper con todas las estadísticas y seguir haciendo historia en una temporada inolvidable.
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