Una mujer de 32 años, que vestía una remera de Rosario Central, fue asesinada de un piedrazo en la cabeza en la tarde noche de este sábado a metros del Coloso Marcelo Bielsa, el estadio de Newell’s, después del clásico que disputó en el Gigante de Arroyito. Tres sospechosos fueron demorados por la Brigada Motorizada y quedaron a disposición del fiscal Gastón Ávila, que interviene en la investigación.
La víctima fue identificada como Ivana Paula Garcilazo Bellón. Según pudo saber Infobae, iba en una moto con su pareja por Ovidio Lagos en dirección al sur de Rosario. En circunstancias que están siendo investigadas, la mujer fue agredida con una piedra en el cráneo y cayó al suelo. Personal del Sistema Integrado de Emergencias Sanitarias acudió de forma urgente, pero no pudo hacer nada.
En la escena del crimen se secuestraron piedras que habrían sido utilizadas por los agresores. De inmediato se apersonó el ministro de Seguridad Claudio Brilloni, que venía de monitorear el operativo llevado a cabo en la cancha de Rosario Central, donde se jugó el partido en la tarde de este sábado.
“Venía del partido con su novio. Iban por Ovidio Lagos porque vive en la zona sur. En la esquina de Lagos y Montevideo había tipos que tiraban cascotes a los que pasaban con ropa de Rosario Central. Ella era repartidora de Rappi, siempre usaba casco, pero se ve que esta vez no. No nos entra en el cuerpo tanta bronca. No puede ser que un partido haya generado esto”, comentó a Infobae un familiar de la víctima.
El familiar también aseguró que, cuando Garcilazo Bellón cayó al suelo, su novio frenó la moto para asistirla y uno de los agresores fue a golpearlo a él, que se defendió con la linga de su vehículo y logró ponerlo en fuga.
Por su parte, la cuenta oficial de X (ex Twitter) de Rosario Central lamentó el homicidio de la joven y repudió “categóricamente todo acto de violencia”.
El caso de este sábado ocurrió poco después del partido que finalizó con triunfo para Rosario Central. Durante el cotejo hubo, por otra parte, un incidente. Cuando el reloj se acercaba a los 30 minutos del primer tiempo, se divisó un drone que estaba sobrevolando el campo de juego con unos globos con los colores de la Lepra y una bandera que tenía un parlante con un cartel de prohibido. El objeto volador duró poco en el cielo: los fanáticos del Canalla se la ingeniaron para interceptarlo y lo destruyeron en una de las cabeceras del estadio. Al parecer, fueron dos los objetos que estuvieron en las cercanías del estadio con banderas distintas.
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