Los duelos Alianza-FAS siguen haciendo méritos para ser considerado un “clásico nacional”. No solamente por el comportamiento de las aficiones, que hacen en las gradas un espectáculo. Si no también, porque los jugadores lo viven de una manera diferente. Alianza terminó celebrando un triunfo 3-1, para ser súper líder del grupo B y único invicto.
La intensidad con la que se vivió el partido fue grande, aunque hubo varios tramos de aburrimiento. El ritmo lo impuso el conjunto tigrillo, que en el primer tiempo dejo escapar las mejores ocasiones para abrir el marcador.
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Los albos parecieron sorprendidos por el despliegue de los santanecos, a pesar de que ellos tuvieron una clara a los dos minutos, con un cabezazo de Óscar Rodríguez, que, casi de la línea, alejó Rudy Clavel.
Fue la mejor de lo poco que ofrecieron los paquidermos, que dentro de su once inicial estaba la novedad de Narciso Orellana, dentro de la doble contención que presentó Adonai Martínez, con el 4-2-3-1. El equipo tuvo llegada por las bandas, pero no había profundidad de juego, con poca presencia en el área, de la que muchas veces tuvo que salir Rodolfo Zelaya para colaborar desde atrás en el ataque de los capitalinos.
Por su parte, en FAS, Octavio Zambrano volvió a hacer rotaciones. Entre las que estuvo la incorporación del colombiano Yilmar Filigrana, como delantero centro, y Andrés Flores Jaco, quien juega como lateral por derecha, salió de contención. El jugador se notó exigido para cumplir en la marca, pero se excedió con la pierna fuerte y terminó expulsado a los 37’, por doble amonestación.
Antes de la expulsión, FAS, llegó en cinco ocasiones con peligro, pero tres parecieron que terminarían en gol: Penetración de Filigrana, que rechazó Jacobo (20’), Mendoza hizo la individual, remató y rechazó González; Clavel, debajó de la meta, remató arriba, tras un disparo cruzado (37’).
Luego de la salida de Flores Jaco, Mendoza recorrió por la izquierda, centro a Pineda, quien quiso rematar con pierna interna, pero la pelota se le fue de paso (45’).
En la segunda parte, Adonai Martínez quiso aprovechar el jugador de más. Mandó a Nelson Bonilla y Michel Mercado, por “Clavito” Portillo y Víctor Landazuri, para ganar más presencia adelante y tener otras opciones de llegada.
FAS entró dormido y Alianza aprovechó ese momento, entró a presionar y terminó encontrando el gol, en una mala cobertura, que terminó con el disparo cruzado de Alexis Renderos, quien definió de pierna izquierda (53’).
Los locales pasaron a controlar el juego. Los tigres no podían reaccionar, ni desde el banquillo surgió alguna indicación. Luego vinieron los cambios, los cuales dejaron confundidos, al ver salir a Stradella y Pineda, los jugadores que proponían por las bandas y entraban Edson Meléndez y Kevin Ardon, defensores.
Así el equipo pasó a dibujar un 5-3-1, para aguantar, y atacar con el 3-5-1. Pero no había generación de ataque y terminaron sufriendo el segundo gol, con un penal que convirtió Rodolfo Zelaya (65’), tras haber sido derribado en el área.
Mayor fue el castigo con el tercer gol, en una jugada colectiva, que mandó en profundidad a Ezequiel Rivas, quien se fue en velocidad y definió potente, raso, de derecha (68’). El partido estaba liquidado. De las gradas sonó fuerte el “como no te voy a querer”, mientras muchos tigrillos comenzaron a dejar el Cuscatlán. Rudy Clavel descontó con un disparo desde fuera del área, solo para hacer honrosa la derrota (92’).