William Canales puede ser considerado un ejemplo de esfuerzo y superación. Uno de los refuerzos del Alianza, para el Apertura 2022, vive uno de sus mejores capítulos en su vida, al fichar para el bicampeón, luego de que sus inicios en el fútbol los hizo entre “la venta de frutas y CDs de películas” para salir adelante junto con sus padres y hermano, Luis Canales, también futbolista profesional, actualmente con Firpo.
“No me da pena decirlo. Con mi hermano vendíamos fruta en los semáforos y películas en las gasolineras, ahí por el redondel Beethoven. Fueron momentos duros, difíciles y ahora de mucho valor, porque me permiten disfrutar mucho lo que estoy viviendo”, comentó a Cancha, el ahora lateral derecho de los capitalinos.
Cuando se le consultó si tenía fotos de ese momentos, expresó: “No, no tengo. En ese momento ni teléfonos teníamos”, como para haber guardado una imagen de recuerdo. Canales, de 27 años de edad, confiesa que le dan ganas de llorar al hacer una comparación de lo que pasó de niño, a lo que ahora está disfrutando como un futbolista profesional, al fichar con los paquidermos.
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“Creo que tenía entre doce y trece años, cuando le ayudaba a vender a mi madre. Habían días que no se vendía nada o solo cinco dólares. En los momentos buenos lográbamos hasta cincuenta dólares, en un día. Son momentos que ahora valoro mucho, porque a pesar de las necesidades, mis papás fueron mis pilares para practicar fútbol, me llevaban a una escuelita para que practicara fútbol”, recuerda, con voz entrecortada.
Añadió: “Siento mucha emoción y hasta me dan ganas de llorar (se le corta más la voz), porque he sufrido tanto, me ha costado bastante. Ahora, al ver a mi mamá feliz me hace sentir una gran alegría y orgullo”.
Canales llega a los albos procedente de los toros, donde jugó el último año. Tiene la experiencia de haber jugado en Sonsonate, Metapán, Marte, FAS y Santa Tecla, donde consiguió tres títulos de la Primera División.
Gracias a esta trayectoria, tanto él como su familia, han logrado progresar y confiesa que las ventas de frutas y CDs han desaparecido. “Ahora mi papá y mi mamá pueden descansar un poco, con lo que mi hermano y yo hemos podido lograr a través del fútbol”. Sin embargo, él no está tan alejado del tema de los negocios, pues junto a su esposa, con quien tiene una niña, ha emprendido un negocio de venta de zapatos y sandalias “que mantenemos en línea, a través del Facebook de ella y en el que no nos está yendo muy mal”, explicó el jugador.
Por todo, William Canales considera que está viviendo el mejor momento de su carrera.
“Por todo lo que he venido luchando, por todo lo que he venido haciendo. Si, este es mi mejor momento. Vine de otro equipo grande y llegar a otro equipo grande, eso es más que motivante. Primero Dios que todo me salga bien y demostrar lo que puedo hacer”.
Un sueño cumplido
El jugador ha cumplido un sueño de niño, al fichar para el Alianza. Confesó que junto con su papá fue varias veces al estadio a ver los partidos de los albos y “sufrir con algunas finales”. En redes sociales, después de su contratación con este equipo, también circuló una foto de él sosteniendo una bandera de los paquidermos.
Sin embargo, a pesar del deseo que sentía desde hace mucho tiempo por llegar a este equipo, acepta que no fue una decisión que tomó a la ligera. “Venir a jugar al Alianza no ha sido una decisión arrebatada. La tomamos junto con mi familia y creíamos que este era mi momento, para dar un paso más”, señaló.
Sus expectativas están en aportar lo necesario, para que los capitalinos puedan sumar otra final más y la corona 18 en su historia.
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Estas son sus expectativas: “Vengo a este equipo con mucho compromiso de querer aportar. Al Alianza no llega cualquiera y si me hicieron llegar acá es por algo. He venido trabajando mucho, tratando de hacer las cosas bien para tener mejores propuestas. Llegar al Alianza, en estos momentos, es una bendición porque se juegan muchas cosas como institución. Es bonito estar peleando finales y esperando en Dios que se pueda dar un titulo histórico”, apuntó.
Canales se emociona y también se siente comprometido con lograr el título 18 de los albos: “Me emociona, porque quedaría en la historia del equipo. Está a una Copa de ser el más grande del país y eso me motiva, poder competir y estar ahí para que esa anhelada 18 pueda llegar y disfrutarlo de la mejor manera”, dijo, reflejando mucha ilusión.
Además de aportar en la Liga local, el zaguero también se emociona con la participación en la Liga de Concacaf, donde los albos lo harán por quinta vez, en la que participarán desde los cuartos de final, esperando el rival de la serie preliminar entre Platense de El Salvador y Verdes FC de Belice.
“Se viene una participación importante, con duelos difíciles. No se puede menospreciar a ningún rival, porque son torneos donde los equipos entregan todo. En mi caso, si se me da la oportunidad de jugar, pondré todo de mi parte por aportar al equipo y llegar lo más lejos que se pueda en esta competencia. Además, que esto se convierte en una vitrina para el jugador, la cual quiero aprovechar”, detalla, no ocultando la ilusión de algún día llegar a defender la camisa de la Selecta.