El regreso de Alianza a torneos internacionales no fue un sueño sino una pesadilla y terminó con una derrota por un autogol contra un Comunicaciones chato, pero que, a balón parado, en el segundo tiempo, generó ocasiones claras que salvó Mario González y la defensa, hasta que llegó el infortunio de Alejandro Henríquez.
En un tiro de esquina sobre el 83', un compañero peinó la bola y Henríquez, a un metro, no pudo reaccionar, la pelota le pegó en el hombro y terminó en el fondo para darle una victoria inmerecida a Comunicaciones, en un partido chato de ambos, con un par de ocasiones claras para ambos en la primera parte, y en una segunda a donde los albos se cayeron y se salvaron de milagro.
El arranque fue lo mejor para Alianza, que generó un par de ocasiones con Emerson Mauricio pero no pudo liquidarla, la primera, un zurdazo al 5' que se fue por arriba de la cabaña rival, y la otra, un centro de Ányelo Rodríguez que no alcanzó a cerrar Juan Carlos Portillo, al 12'.
De a poco, el conjunto local entró en el partido, disparó un zurdazo apenas desviado Antonio López, y al 35', Mario González le tapó un misil a José Corena. Para entonces, ya habían sacado del juego (lesionado) a Chicho Orellana por una fuerte entrada por detrás, y Henry Romero pasó a la contención. En su primera jugada ahí, pudo irse expulsado por una entrada con los tarugos (vio amarilla), pero se fue al 82', tras ganarse la otra tarjeta.
En el segundo tiempo, Mario Jacobo salvó de la línea un balón rebotado que casi termina en autogol, el travesaño le negó en un centro el tanto a Comunicaciones después, y un tiro de Stheven Robles se fue apenas desviado. Alianza se cayó, y lo pagó tras la expulsión con el autogol. Para colmo, al bus de los jugadores lo apedrearon, le quebraron vidrios según reportes de ESPN Centroamérica, y unos 20 aficionados de Alianza también fueron agredidos, según Carlos, un usuario de X que emitió un video desde Guatemala, y que contó que les quebraron los vidrios de los vehículos, y que, con boleto en mano, no los dejaron ingresar al estadio. "Y las autoridades locales lo único que nos dicen es quitense la camisa que los van a matar", narró. Noche negra para el albo.
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