Volvió a la sonrisa tan necesitada. El Fuerte San Francisco regresó al triunfo ayer, en casa, luego de que se impusiera ante el 11 Deportivo (1-0). Una victoria sufrida, pero que los morazánicos valoran para tomar un respiro en sumar puntos y tratar de salir del fondo de la clasificación.
Con el triunfo, el Fuerte se coloca con siete puntos (noveno), mientras los fronterizos se quedan con nueve (séptimo), cortando los tres juegos que llevaba sin perder.
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El partido, bajo una fuerte temperatura, tenía el tinte de obligación para los locales de sumar, sobre todo al estar en su pasto y no haberlo conseguido por el momento en el torneo. De hecho, la última vez que había ganado en casa fue ante el mismo rival occidental, en mayo pasado, y esperó cuatro partidos para volver a lograrlo frente a la misma escuadra.
Pero los franciscanos no tuvieron del todo el partido en sus manos. En la primera mitad, tuvo una el equipo con Juan Galindo, que fue clara en un remate abierto que se fue a un costado (11'). El equipo lamentaba perder esta opción.
El rival fronterizo lo complicó y mantenía el orden, alejando los peligros. Se plantó seguro y bastante parejo, esperando la contra. Al complemento, ambos equipos salieron a buscar el partido. Fue un juego de media, con opciones hacia los dos lados, pero con un Fuerte que seguía insistiendo.
Fue así como Walter Chigüila tuvo la primera al probar a marco, con un balón que se fue encima del travesaño. El Fuerte tenía control de balón, pero no contundencia.
Mientras el Once luchaba y generó una en una pelota de William Flores que pegó en el poste derecho, tras un remate potente. Se le negaba el gol al cuadro fronterizo.
Fue un momento en el que tomó la iniciativa el 11 Deportivo, y el partido se volvió abierto. Pero el gol lo transformó el local. Fue al 65', cuando Walter Chigüila se encargó de conectar con un toque de izquierda, que se fue a la red.
El equipo se dedicó a cuidar la ventaja, ante unos ahuachapanecos que no cedieron en busca de la paridad. A la postre, el fuerte devolvió al Once de manos vacías.