El festejo del Centenario se cumplió. En casa, L.Á. Firpo logró, este domingo, derrotar a Platense (2-1), con lo que se colocan cuartos con 13 puntos. Para los gallos, es su segunda derrota de al hilo, cuarta del torneo, y mantienen los seis puntos.
Para los usulutecos, era importante volver a ganar de locales, sobre todo porque desde que festejaron los 100 años no habían saboreado la victoria. Pero, en esta octava jornada, y justo cuatro días antes del centenario (21 de septiembre), se reencontraron con el triunfo. No fue cómodo, porque los viroleños presionaron y metieron intensidad por la paridad, pero los toros se defendieron mejor.
Y es que Platense comenzó el duelo con transiciones rápidas, una media bastante frontal, con Pablo Gallego que guiaba al equipo y lo manejaba, servía, recogía balones. Con él, por izquierda, tenía mejor flujo de llegada el equipo de Zacate, y las individualidades de Raúl Peñaranda, por derecha, como un remate que tuvo sobre puerta (22’).
Pero la “Caldera” no estaba dispuesta a dejar perder ocasiones de peligro. Y logró el 1-0, al 35’. Un servicio de Mateus da Silva a Oliver Almirón, quien remató a puerta, pero el balón se estrelló en el travesaño, y al contrarremate, por derecha, Sebastián Julio la acomodó y, de zurda, frente a puerta, marcó a red.
Poco parecía que duraba la felicidad taurina. Platense no se cansaba de buscar opciones ofensivas, y así consiguió la igualada a uno. Al 39’, un servicio desde la izquierda, nuevamente de Gallego, lo definió de cabeza el cafetero Peñaranda.
Los goles abrieron el partido y permitieron un buen ritmo y llegadas hacia ambos sectores. Firpo generó más opciones, al segundo tiempo, con llegadas frente a puerta, pero con disparos desviados.
Sin embargo, la insistencia permitió que se abriera el arco. Al 63’, un tiro de esquina de Bryan Martínez lo definió con un cabezazo Nelson Rodríguez (2-1). La afición volvió a sonreír desde la grada.
Se quedó diezmado y complicado el equipo gallero, tras la expulsión de Marlon Cornejo (75’), por una falta sobre Carlos Ortiz. Los viroleños perdían y estaban cuesta arriba para un posible empate. Ese que no llegó, a pesar de que sobre el cierre presionaron, pero Firpo se defendió y volvió a sonreír.