Bonito ambiente y bonito partido el que se vivió en el estadio Sergio Torres, digno de un partido que se vive como un clásico, por enfrentar a dos de los “grandes” del fútbol salvadoreño y que están pasando un buen momento en el torneo, a pesar de la urgencia de la lucha personal de los usulutecos por la salvación.
Al final, un empate a uno entre Firpo y Alianza, que mantiene a los dos invictos y a los albos, en el primer lugar de la tabla.
“La Caldera” no dio abasto para el número de aficionados paquidermos y albos, que abarrotaron los alrededores del estadio, desde muy temprano.
Lo mencionó el técnico de Firpo, Guillermo Rivera: “Difícil no motivarse así”, moviendo sus manos, como si estuviese listo para ingresar, pero se tenía que conformar a estar en el área técnica, sin sentarse en ningún, dirigiendo a los suyo frente a un rival que le ha ganado las dos finales que disputó como entrenador en la Primera División (al frente de FAS y Platense).
Arriesgado Memo con un 4-4-2 para encarar el 4-2-3-1 de los aliancistas, a quienes sometieron los primeros quince minutos, con una llegada de mucho peligro, que Jefferson Polio dejo perder, al no poder controlar la pelota dentro del área (11’).
En el otro lado, Eduardo Lara, DT de Alianza, estuvo también inquieto. Exigía al plantel tener más control de la pelota, para soltarse la presión y generar llegada. Lento, pero esa fue llegando y en su primer disparo a portería, encontró el gol.
Una falta cerca del área, sobre Michel Mercado, Alexander “Cacho” Larín la convirtió en una bonita anotación, con potencia y colocación, que hizo inútil la estirada del guardameta Wilbert Martínez (29’), quien desde hace cuatro partidos no recibía anotación.
La contundencia de los albos era admirada por los mismos seguidores usulutecos, quienes se volvieron más exigente con los manudos después de esta anotación, sin haber una reacción puntual, solamente las mismas aproximaciones, con centros que se perdían por los costados.
Los albos, quienes por sanción y lesión presentaron un equipo limitado, reforzados con cinco reservistas entre los suplentes; mantenían un orden táctico bastante acertado, en la marca y los relevos, para evitar que los usulutecos hicieran más daño.
En el descanso, los dos equipos recibieron la charla técnica en la cancha, a pesar del ruido del sonido local. A la distancia se observaba más eufórico a Memo Rivera, que el profe Lara, para dirigirse a los jugadores, mientras cada uno explicaba con la pizarra.
Con todo
Cuesta arriba, de Firpo se esperaba una mejor reacción en el segundo tiempo. Sin embargo, el árbitro Jaime Herrera amenazó con suspender el partido, por un golpe que recibió Michel Mercado, por un objeto que lanzaron desde las gradas.
Los jugadores firpense pedían calma, pero los aficionados respondían exigentes con el funcionamiento del equipo.
Enrique Contreras había ingresado por los toros, por el chileno Julio, revolucionando la ofensiva usuluteca, a pesar de que ahora habían pasado al 4-4-1-1.
Fue Kike quien impulsó al equipo, controlando la pelota y pasando a Styven Vásquez, para entrar al área y ser derribado por Romero, dentro del área. El juez sancionó penal, entre los reclamos aliancistas, que Jefferson Polio transformó en la paridad, con un remate raso (59’).
Regresó la ilusión en los usulutecos, para buscar ganar el partido, aprovechando que el ataque de los albos estaba desapercibido. Pero, las intenciones usulutecas se vieron lastimadas con la expulsión de Tardelis Peña (77’), por un un golpe sobre Murillo, quien antes había cometido una falta.
Con el hombre menos, Firpo trató de seguir buscando la meta de los albos, aunque no lo hacía con claridad. Alianza terminó el partido sobre la meta usuluteca, pero el partido concluyó con el empate a uno.